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Mercados

El temor a la inflación propicia otro récord del euro e impulsa el oro

La inflación puede ser un fuerte lastre en el proceso de recuperación económica y los mercados lo recordaron ayer con un nuevo récord anual del euro, en los 1,45 dólares por primera vez en 2009, y con un alza del oro, que superó los 1.000 dólares. La Bolsa permaneció en discreto segundo plano y el Ibex cedió el 0,19%.

Los mercados de materias primas y de divisas se encargaron ayer de poner los puntos sobre las íes a la confianza en una pronta recuperación económica que está alimentando el rally bursátil. Los organismos internacionales -y también algunos alentadores indicadores macroeconómicos- apuntan a que el final del túnel está más cerca, sin embargo en el mercado crece el temor a una salida de la crisis en falso y a que el panorama después de la batalla sea la inflación y quizá una nueva burbuja alimentada por unos mínimos tipos de interés y por el efecto prolongado de los planes de estímulo de gobiernos y bancos centrales.

Esta inquietud propició ayer un notable retroceso del dólar, que se depreció a niveles de septiembre de 2008 en las 1,45 unidades por euro, y el avance del oro, que hizo valer su condición de activo refugio. El metal precioso superó ayer los 1.000 dólares por onza por primera vez en los últimos seis meses, muy cerca del récord de 1.030,80 dólares del año pasado.

Los analistas explicaban ayer el avance del oro en un impulso por motivos técnicos y, especialmente, en la debilidad del dólar y en la búsqueda de activos con los que cubrirse ante un alza generalizada de los precios. Y ese temor a la inflación pasa mayor factura al dólar que al euro. De hecho, los inversores perciben ahora menos riesgo inflacionista en la zona euro que en Estados Unidos a la vista de la filosofía y trayectoria reciente de sus respectivos bancos centrales. Así, las críticas que hace meses se hacían al BCE por su política conservadora y mucho menos agresiva que la de la Fed a la hora de rebajar tipos e inyectar liquidez se vuelven ahora a favor de la institución que preside Jean Claude Trichet. En opinión de los analistas, el BCE tendría mayor facilidad que la Fed a la hora de retirar las medidas excepcionales puestas en marcha durante la crisis.

En el retroceso del dólar también tuvo que ver el informe de Naciones Unidas conocido el lunes en el que defiende la reducción de la hegemonía del dólar como divisa de reserva. La caída del billete verde también sirvió para impulsar el precio del petróleo, que superó los 71 dólares por barril.

El avance del crudo animó al sector de materias primas en Bolsa, que se apuntó una subida sectorial en Europa del 2,26%. Los temores que dominaron a las materias primas y las divisas no anularon las subidas bursátiles, si bien fueron más modestas que el lunes.

El Ibex se descolgó de Europa con una caída del 0,19% -determinada por el retroceso del 1,11% de Santander-, mientras que el Ftse ganó el 0,29%; el Cac, el 0,22% y el Dax, el 0,33%, con el Euro Stoxx en tablas. En Wall Street, tras el festivo del lunes, el S&P subió el 0,88%; el Dow Jones, el 0,59% y el Nasdaq, el 0,94%.

Nuevos mínimos en las letras a tres y seis meses

La exigua rentabilidad de la deuda pública no desanima a los inversores. La subasta de letras del Tesoro realizada ayer puso de nuevo de manifiesto que la fuerte demanda sigue viva. Así, el Tesoro adjudicó letras a seis meses por 3.479 millones de euros, cuando el volumen solicitado ascendió a 6.059 millones de euros. La petición de letras a tres meses fue de 6.573 millones de euros, de los que el Tesoro adjudicó 1.453 millones. La rentabilidad de ambos títulos volvió a descender respecto a la subasta anterior, hasta marcar nuevos mínimos históricos. La rentabilidad de las letras a tres meses menguó al 0,355%, desde el 0,45% de la subasta del 11 de agosto, mientras que la rentabilidad de las letras a seis meses quedó fijada en el 0,45%, por debajo del 0,62% de la subasta anterior.

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