Los grandes patrimonios españoles vuelven a la renta variable
Mientras España padece lo que muchos economistas creen será una larga recesión, el porcentaje de población más adinerada se está aprovechando del desenganche de los mercados financieros respecto a la economía real para volver a invertir en renta variable.
Desde octubre de 2008 a inicios de marzo de 2009, cuando los mercados mundiales parecían estar en caída libre, muchos de los clientes del BBVA optaron por recortar sus pérdidas y vender.
"Pero cuando la Bolsa española tocó fondo el 9 de marzo, dejando a muchas compañías cotizando a precios menores que su valor contable, comenzamos a ver un renovado interés comprador", afirma el responsable de la división de patrimonio y banca personal del BBVA en España, Alfonso Gómez.
El Ibex 35 ha subido un 64% desde el 9 de marzo, superando la revalorización del 40% del más amplio índice paneuropeo FTSEurofirst 300.
Mientras aún hay precaución y preocupación por las perspectivas para la economía real, con tipos de interés en mínimos récord, los mercados de renta variable - que están en recuperación - son una buena opción para los más acaudalados.
Santander también recomienda a sus clientes que se deshagan de los bonos de Gobierno e inviertan en bonos corporativos, que ofrecen mejores rendimientos. "Estos inversores están preparados para tomar un poco más de riesgo ahora, y pienso que esta tendencia continuará en los próximos meses", dijo Luis Moreno, gestor de desarrollo de Santander.
Asimismo, parece que el benévolo tratamiento fiscal de las SICAVs (sociedades de inversión de capital variable) aseguraría la continuidad de las inversiones en renta variable Estos fondos gestionan unos 27.000 millones de euros en activos, y el Gobierno ha señalado recientemente que las SICAV no estarán incluidas en la reforma fiscal que está estudiando.
Nuevos ricos españoles
El mercado de la gestión de los altos patrimonios se ha expandido con fuerza en los últimos años y su composición es ahora muy diferente de la que tenía en los primeros años de la década de 1990.
En esa época, la riqueza heredada ostentaba del 75% del mercado, mientras que el otro 25% correspondía a actividad empresarial. Ahora la situación es diferente, debido a la riqueza obtenida por el 'boom' inmobiliario español, que alimentó una década de fuerte crecimiento económico.
Mientras las carteras de inversiones de estos nuevos ricos están siendo afectadas por la consecuente caída del mercado inmobiliario, la mayoría de ellos ha capeado el temporal, a diferencia de las inmobiliarias españolas, muchas de las cuales quedaron contra las cuerdas.
Miran propiedades en el extranjero
Los activos inmobiliarios de primer nivel en el extranjero están entre las preferencias de compra de los ricos, como una forma de diversificar el riesgo y obtener mayores beneficios mientras se mantiene el capital. La "corrección masiva" del mercado inmobiliario de Londres está interesando a los inversores españoles, dice Gómez. "El tipo de cambio libra/euro da un rendimiento adicional", agregó.
Desde el comienzo de la crisis financiera, la libra ha caído más de un 20% frente al euro, ayudando a que la gente adinerada se aproveche de buenas ofertas en algunas localizaciones de primer nivel de Londres.
"A la gente rica siempre le atrae el ladrillo o los negocios tangibles", dijo Gómez, aunque señaló que algunos clientes privados también están invirtiendo en propiedades en el centro de Madrid con un horizonte de plazo entre siete y diez años.