Males ya conocidos complican la recuperación de las pymes
Obstáculos para obtener crédito, parálisis de la demanda ymorosidad en aumento amenazan a las pymes en el nuevo curso.
El síndrome posvacacional será la menor de las patologías que afecten a los pequeños y medianos empresarios y a los trabajadores autónomos en su 'vuelta al cole'. Algunos, de hecho, ni siquiera lo padecerán porque la crisis económica les ha privado del tradicional descanso estival. El vía crucis de la pyme española en los últimos dieciocho meses amenaza con prolongarse y originar un mayor quebranto de la salud empresarial.
"El otoño va a ser duro", predice el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas. Coincide en el pronóstico Lorenzo Amor, presidente de ATA (la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos). En el origen de los malos augurios, ambos portavoces colocan un obstáculo de sobra conocido: la dificultad de acceso al crédito y la consecuente escasez de recursos. "Las empresas vienen arrastrando la falta de financiación. Y el problema se mantiene con toda su crudeza", sentencia Bárcenas.
Soportar la carestía de medios ha supuesto una ardua labor hasta la fecha. En el intento, muchas industrias y comercios han echado el cierre. Tanto es así que en la primera mitad de 2009 se declararon insolventes más empresas que en todo 2008 ?hasta 2.770, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)?. De este total de procedimientos concursales, casi un 64% correspondieron a sociedades cuyo volumen de negocio es inferior a 2 millones de euros al año. Un porcentaje que se eleva hasta el 88% si se incluyen las organizaciones medianas ?hasta 10 millones de euros?. La directora de ventas del fabricante ilicitano de calzado Biostep, Martina Machado, es categórica: "Notamos muchísimo que han desaparecido cantidad de tiendas". También percibe el avance de la recesión,Miguel Martínez, el director general de Pross. Este proveedor de servicios informáticos y de comunicaciones se orienta a las pymes. Desde esa posición, ha presenciado cómo varios de sus clientes, y también muchos de los competidores, cesaban la actividad. Martínez explica, además, que "el verano ha rematado a los que ya lo estaban pasando mal. Y ahora, éstos se plantean abandonar".
Para las empresas que subsisten, todo parecen penas por delante. José Luis Galindo, consejero delegado de la compañía fotovoltaica Enertis Solar, utiliza una metáfora para describir la situación: "En esta travesía del desierto, cuantos más días transcurran sin beber agua, menos posibilidades hay de sobrevivir". En referencia al contexto general, Galindo observa que el conjunto de los emprendedores y las pymes están "achicharrados financieramente".
En el centro de todas las críticas, se encuentran los bancos y las cajas de ahorro. Tanto los representantes patronales como los empresarios a título individual les acusan de haber limitado el crédito, mirando únicamente por sus propios beneficios. "Si los ciudadanos hemos auxiliado a las entidades, es justo que ellas presten a los ciudadanos", reclama Amor. Por su parte, Miguel Ángel Peláez, director de Líneas deMediación y Acuerdos de Colaboración Financiera de Grupo Santander se defiende: "No consideramos justificados estos reproches por dos razones. Una, el crédito ha crecido durante el último año por encima del PIB nominal, en un entorno de desapalancamiento del sector privado que ha reducido la demanda del mismo. En segundo lugar, los bancos necesitamos seguir generando negocio, y eso pasa por prestar los recursos que captamos".
En opinión de Peláez, "las pymes están aprendiendo a convivir con la actual situación económica y no va a haber grandes cambios durante este otoño".
¿Mejoría o espejismo?
Los préstamos renovados y otorgados bajo condiciones más severas exigen una respuesta, que la aparente persistencia en la contracción de la demanda no garantiza.
La confianza del consumidor ha ganado terreno. Los datos elaborados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) apuntan que en agosto el indicador experimentó una subida de 3,4 puntos respecto al mes anterior, volviendo así a los niveles de septiembre de 2007, previo a la tan traída y llevada crisis. Este hecho, que a priori abre un halo de luz, podría ser simplemente un efecto pasajero y poco consistente. Algunos expertos argumentan que se han conjurado una serie de factores ?por ejemplo, la rebaja del euríbor?, que incrementan circunstancialmente el poder adquisitivo de las familias. Asimismo, la inyección pública en planes de choque ?como los auspiciados por el fondo estatal de inversión local? han dado cierto pulmón a la economía. Sin embargo, "estos proyectos empiezan a acabarse en este momento", indica Bárcenas. Con ellos, concluyen también un sin número de contratos laborales, por lo que es previsible que el índice de desempleo alcance cotas superiores a las actuales (más de 3,6 millones de desocupados). "Como consecuencia del aumento del paro, la cuesta de enero se trasladará este año a los meses de septiembre y octubre", prevé Amor. Y sin ventas, la actividad empresarial se entumece.
Al desplome de las operaciones comerciales y las restricciones de crédito, las pymes añaden otro hándicap: los impagos. No solamente los de naturaleza privada. "Las administraciones públicas ?ayuntamientos, diputaciones, etc.? no están cumpliendo, en muchos casos, con sus compromisos", denuncia Bárcenas. "En España, se retribuye mal y tarde. Pagar a 180 o 200 días no es socialmente responsable", zanja Amor.
Ante este particular, ambos representantes urgen al Ejecutivo y demás instituciones públicas a adoptar medidas efectivas. También a reactivar el diálogo social y a no penalizar a las pymes con la subida de impuestos. Eso, antes de que el otoño siembre de cadáveres el panorama económico.
10.000 millones en el primer semestre
El ICO lanzaba en enero sus líneas de apoyo. Con estas dotaciones, concedidas a través de las entidades financieras, el Gobierno pretendía paliar la necesidad de financiación de las pymes y los autónomos. Sin embargo, las patronales han venido denunciando que algo falla. Lorenzo Amor asegura que "estas ayudas llegan con cuentagotas. Hasta junio, 35.000 autónomos se habían beneficiado de ellas. Si el número de trabajadores por cuenta propia desaparecidos en 2009 ascendía entonces a 101.000, esto significa que por cada salvado por el ICO, tres han perecido sin auxilio". El presidente de ATA añade que "mientras no se reestructure su gestión, no existirá confianza en ellas". Para Jesús Bárcenas, la solución pasaría por agilizar los trámites: "El ICO debería involucrarse y tener una presencia más vertebrada en el territorio". La mayoría de los empresarios coincide en apuntar que la intermediación de bancos y cajas está obstaculizando la operativa. Desde el ICO sostienen que ésta es la misma de siempre. Un cauce que resultaba cómodo. El organismo hace hincapié, además, en los esfuerzos realizados. En el primer semestre otorgó préstamos a empresas y ciudadanos por importe de 9.858 millones, "lo que representa un incremento del 29% sobre el volumen concedido en el mismo periodo del ejercicio anterior".