Telefónica abre Occidente a China Unicom con un intercambio accionarial
Telefónica dio ayer un paso de gigante en su estrategia de asegurarse la presencia en un mercado clave para ella: China. La operadora desembolsará 700 millones para aumentar su capital en China Unicom, pero lo importante es que la firma asiática entrará a su vez en el accionariado de la española. Es la primera vez que una teleco china participa en el capital de una empresa extranjera.
La relación entre China Unicom y Telefónica se ha prolongado durante cuatro años como una alianza más sobre el papel que de resultados concretos. Pero la operadora española logró ayer dar un giro radical a este esquema. Telefónica ha conseguido que China Unicom ponga fin al aislamiento tradicional de las operadoras de este país asiático y realice una inversión que rompe fronteras y barreras, lo que garantiza una relación mucho más estrecha entre ambas en el futuro.
En un acuerdo de intercambio accionarial valorado en 1.000 millones de dólares (unos 700 millones de euros) para cada una de las protagonistas, Telefónica verá cumplida una de sus aspiraciones: aumentar su capital en China Unicom, según la comunicación remitida ayer a la CNMV. Pasará del 5,38% al 8,06%, con la compra de 693,9 millones de acciones nuevas que emitirá la compañía asiática para que pueda aumentar su participación. El precio está pactado de antemano y corresponde a la media de cotización de los títulos en las ultimas sesiones de julio y las del mes de agosto.
Pero esta ampliación sólo supone un paso más en la senda que inició Telefónica cuando compró su primera acción en China Netcom -hoy convertida en China Unicom-, en 2005. De hecho, el interés de la española ha sido siempre llegar al 10%.
El acuerdo tiene cláusulas de exclusividad e impide vender en un año
La verdadera trascendencia del acuerdo anunciado ayer es la otra parte de la operación, que cambia definitivamente la relación entre las dos aliadas. Y es que China Unicom sacará 700 millones de la cartera y los invertirá fuera de sus fronteras, en una operadora extranjera. Tomará entre el 0,885% y el 0,892% del capital de Telefónica, que se convierte así en la primera empresa de telecomunicaciones con participación de una firma china en su capital.
Todavía no está claro de dónde sacará Telefónica estas acciones. Son 40,73 millones, que podrán proceder tanto de una ampliación de capital como de autocartera. En el primero de los casos, las dos socias se intercambiarán nuevos títulos a cambio del cobro recíproco de efectivo. En el segundo, Telefónica recibirá los títulos nuevos a cambio de sus acciones de autocartera.
Eso sí, la compañía española asegura que este pago no interferirá en la amortización de 141 millones de títulos propios que aprobó en la última junta.
Para cubrirse las espaldas ante posibles desavenencias, las aliadas se han comprometido a mantener al menos un año las participaciones que van a conseguir con este acuerdo. Además, el pacto es exclusivo: ninguna de ellas puede invertir o atraer a su capital a otra operadora de telecomunicaciones.
El cruce accionarial es el complemento dinerario a una revisión de la alianza estratégica que ya existía entre ambas y que tiene como objetivo sumar las fuerzas de Telefónica y de China Unicom para ganar en eficiencia, tamaño y competitividad. La parte más importante es la que contempla la compra conjunta de infraestructura y equipamiento para clientes, lo que permitirá reducir mucho los precios al incrementar los volúmenes adquiridos. Las compañías también desarrollarán en común plataformas para servicios móviles y prestarán de forma conjunta servicios a clientes multinacionales, entre otros acuerdos.
La española empata con Vodafone por T-Mobile
Son las dos mayores operadoras de Europa y su competencia es feroz, hasta el punto de que son capaces de prometer una inversión de 4.000 millones de euros sólo para cerrarse el camino la una a la otra. Así lo aseguraba ayer el diario The Sunday Times, que cifra en esa cantidad las ofertas presentadas por Telefónica y Vodafone, cada una por separado, para hacerse con la filial de Deutsche Telekom en Reino Unido, T-Mobile.La firma germana puso en marcha el proceso para resolver los problemas de T-Mobile hace meses, pero todavía no ha decidido qué camino tomar.Por un lado, Deutsche Telekom está dispuesta a vender, siempre que haya una buena oferta. Telefónica y Vodafone están dispuestas a comprar, aunque sólo sea para que no lo adquiera la otra, pero no a cualquier precio. Los 4.000 millones que han coincidido en ofrecer pueden no colmar las aspiraciones de la alemana.La otra opción de Deutsche Telekom es una alianza. La primera en la lista es Orange, que fue la que disparó los movimientos de consolidación en Reino Unido al transcender su deseo de aliarse con T-Mobile. En estos momentos, además, y dado el interés de los rivales, Deutsche Telekom podría intentar una alianza con cualquiera y no sólo con Orange.En cualquier caso, las informaciones de varios medios apuntan a que la resolución del proceso puede ser cuestión de semanas. Ahora que Deutsche Telekom ya tiene las ofertas de Telefónica y Vodafone, y sabe cuánto están dispuestas a pagar, le será más fácil decidir por cuál de las opciones apuesta.
Una alianza que cubre el 10% de la población mundial
Telefónica está presente en 25 países y cuenta con 264 millones de clientes repartidos por todo el mundo. China Unicom sólo opera en la nación que le da nombre, pero en ella da servicio a 284 millones de usuarios, tanto de telefonía fija como móvil.Entre las dos, suman un acceso a 550 millones de clientes, lo que supone cerca de un 10% de la población mundial. Por eso, una de las claves del acuerdo son las compras conjuntas, ya que con esa escala los ahorros por volumen pueden ser considerables.Además, el refuerzo de la alianza pone a Telefónica más cerca todavía el mercado chino, con 673 millones de usuarios de móvil, 308 millones de líneas fijas, 84 millones de conexiones de banda ancha y 1.065 millones de clientes potenciales.La posibilidad de Telefónica de apoyar a China Unicom se refuerza por la entrada de esta última en el móvil 3G, una tecnología que la asiática no conoce, pero que la española lleva años operando. También podrá ayudar a China Unicom con el lanzamiento del iPhone en su país, que realizará a fin de año.