La morosidad de los locutorios pone en jaque a las remesadoras
Las dificultades económicas de los locutorios se contagian a las agencias de envíos de dinero. Las remesadoras perciben un repunte de impagados por parte de sus agentes, incluso los tradicionalmente buenos. El fenómeno se agrava por la caída de los envíos.
La crisis económica se ha cebado entre los trabajadores de origen extranjero y, como un dominó, golpea a las agencias de envíos de dinero. Estas empresas perciben un fuerte incremento de las incidencias de pago entre los locutorios. Estos establecimientos trabajan para ellas en calidad de agentes y constituyen la espina dorsal de su red de distribución.
Los locutorios mantienen el contacto cara a cara con el cliente. Ellos reciben el dinero que el inmigrante desea hacer llegar a los suyos, introducen la orden en el sistema informático de la remesadora y ésta procede a efectuar el desembolso en el rincón del planeta donde se le indique.
"Percibimos problemas generalizados en los pagos con los locutorios. Las incidencias afectan incluso a colaboradores que habían sido tradicionalmente fiables. Además, no se perciben diferencias por regiones", explica un directivo de una remesadora.
Los locutorios son pequeños bazares. Además de prestar servicios de giro, ofrecen llamadas al extranjero, fotocopias y productos étnicos. Pero como cualquier pyme, tienen que atender mes a mes su propio rosario de facturas: agua, luz, teléfono, proveedores, nóminas, impuestos... Y en un momento en que la financiación de la banca hacia las empresas se ha restringido seriamente, echar mano de las líneas de liquidez que ofrecen las remesadoras es una opción demasiado tentadora.
"Muchos casos corresponden a gente que no sabe llevar su negocio, se mete en una bola de deudas y acaba tirando de la línea de crédito de las remesadoras.No se trata de estafas premeditadas", explica otro directivo.
Lista negra de agentes
En el sector no existe ninguna estadística general sobre morosidad. Las entidades tampoco disponen de una lista negra de locutorios problemáticos por los requisitos que impone la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) a una base de datos de estas características. Para ver cómo solucionar el problema, la patronal Anaed ha puesto en marcha una comisión de seguimiento de los impagados.
Las remesadoras sólo pueden controlar el crédito que facilitan a sus agentes. Cada día, los dueños de los locutorios deben ingresar en la cuenta de la entidad la facturación de la víspera. Por eso, la cantidad media que defrauda un local ronda los 2.500 euros. Sin embargo, si hay un fin de semana de por medio, un colaborador puede dejar a deber a la remesadora más de 20.000 euros si realiza unas 50 operaciones por jornada.
Algunas agencias de envíos de dinero reducen las líneas de crédito con sus agentes los sábados y los domingos para minimizar este riesgo. Otras exigen ingresar dinero en sus cuentas a través de los cajeros automáticos para restablecer la financiación, pero este sistema da lugar a desavenencias y casos de picaresca.
Ante un caso de mora no queda otra vía que la judicial, pero la realidad es que los dueños de los locutorios no suelen tener apenas bienes y la lentitud de la Justicia no ayuda tampoco a cobrar.
Otra de las preocupaciones de las agenciasde envíosdedinero es el desplome del negocio. Los giros acumulan 12 meses de caídas continuadas, cuyo ritmo se acelera con el tiempo. Según el Banco de España, las remesas cayeron un 17,2% entre enero y marzo, hasta 1.654 millones. Fue el trimestre más flojo en tres años.
El Banco de España sanciona a tres agencias de envío de dinero
Rosario de multas del supervisor. En lo que va de año, el Banco de España ha impuesto tres sanciones a remesadoras. En junio, suspendió con carácter temporal las actividades de Giroexpress por irregularidades en su gestión. La firma hace años que no opera y sus activos están ahora en manos de I-Transfer. Un mes después, las amonestadas fueron Changepoint por "incumplimiento de las normas que regulan los establecimientos de cambio de moneda", así como Angelo Costa, uno de los agentes de Western Union. En su caso vulneró "el deber de veracidad informativa debida al público". Ambos expedientes se originaron en 2007. El Boletín económico del regulador también informaba en su edición de julio y agosto que el pasado año el organismo revocó la autorización de dos remesadoras, pero se dieron seis nuevas de alta. Así pues, hay 50 agencias de envíos de dinero en el país.
El sector registra las primeras pérdidas de su historia
Las agencias de envíos de dinero y las casas de cambio cosecharon en 2008 sus primeras pérdidas en el país. Anotaron unos números rojos de 1,57 millones de euros, frente a un beneficio de 12,6 millones logrado en 2007. De acuerdo con el Boletín económico del Banco de España, las entidades incrementaron sus ingresos por comisiones un 12%, hasta 45,7 millones. La aportación de las diferencias de cambio de divisa se redujo un 5,8%, hasta 60,7 millones. Esto hizo que el margen ordinario de la industria sólo creciera un 1,1% y se situara en 106,4 millones. Los gastos de explotación repuntaron un 18,1% por la inversión en sistemas informáticos y el aumento de las plantillas. En un año, el sector pasó de emplear 1.556 personas a 1.783. Todo esto hizo que el margen de explotación cayera un 72,7%, hasta 7,2 millones. Las dotaciones para insolvencias crecieron un 24,3%, hasta 6,6 millones.