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Mercados

Los inversores bajistas prosiguen su 'batalla' contra el Popular

Inversores bajistas como John A. Griffin, Egerton Capital y Odey Asset han declarado desde el pasado viernes una posición corta global del 1% sobre el capital de Banco Popular, lo que supone una apuesta de casi 90 millones de euros a que caerán sus acciones en Bolsa.

Las posiciones cortas se pueden realizar a través de diversos instrumentos financieros con el objetivo de obtener beneficio con el descenso del precio de las acciones sobre las que se declaran.

Según figura en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Griffin declaró hoy una posición corta sobre el 0,68% del capital del Popular a través de un total de 8.654.180 acciones de la entidad, que cerró en Bolsa a 6,7 euros por título.

Egerton Capital Limited Partnership controla 3.041.279 acciones, lo que supone el 0,2410% del capital del Popular, según figura en los registros del organismo supervisor a fecha de ayer, cuando las acciones del Popular terminaron en bolsa a 6,56 euros.

Por su parte, Odey Asset Management comunicó el pasado viernes una posición corta sobre el banco del 0,13% del capital a través de 1.555.000 acciones. El pasado día 14 los títulos terminaron a 6,75 euros.

Estos inversores bajistas no han seguido la estela de grandes bancos suizos como UBS y Credit Suisse, que recientemente decidieron deshacer sus posiciones cortas sobre el Popular, lo que disparó la cotización de las acciones el pasado 13 de agosto, cuando se anotaron una subida del 7,71%.

Una práctica que penaliza la acción

El director financiero del Banco Popular, Jacobo González-Robatto, consideró el pasado mes de julio que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debería ser mucho más beligerante contra las posiciones cortas, que afectan negativamente a la entidad financiera.

El responsable financiero indicó en la presentación de los resultados semestrales del banco que el Popular se ha visto más afectado que Santander o BBVA a las inversiones de hedge funds dirigidas al descenso de la cotización de las acciones porque está menos diversificado y es un valor muy líquido.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunció el pasado 8 de julio que el organismo exigirá a los inversores la comunicación de posiciones cortas que superen el 0,1% -antes el 0,25%- del capital social, para aumentar la exigencia de información, e instará a que las que superen un umbral superior al 0,5% del capital sean comunicadas al mercado.

Las 'short selling' consisten en realizar una venta sin comprar previamente el título, esperando un descuento de la cotización para poder adquirirlo posteriormente a un menor precio y saldar la operación con beneficio.

La CNMV defiende una regulación más exigente sobre las posiciones cortas, al considerar "innegable" que esta operativa puede, en ocasiones, favorecer conductas "incompatibles" con la adecuada formación de precios y recuerda que el Comité Europeo de Reguladores de Valores (CESR) había alcanzado un acuerdo sobre los requisitos de transparencia.

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