La dieta de 'la zona' atrae a las estrellas de Hollywood
Algunos médicos la desaconsejan, pero las 'celebrities' la siguen a rajatabla.
La dieta de la zona no es ninguna novedad, nació hace más de una década de la mano del científico estadounidense del MIT, Barry Sears. Sin embargo, hoy está de moda por ser uno de los métodos preferidos por las estrellas de Hollywood para lucir tipo, quitarse años de encima y mejorar su estado de ánimo. Madonna, Jennifer Aniston, Sandra Bullock, Sharon Stone o Cindy Crawford han elegido aprender a comer bajo esta fórmula, aunque no todos los médicos están de acuerdo con ella.
Estar en la zona significa alcanzar un correcto equilibrio hormonal a través de la comida. No es algo esporádico, sino algo para toda la vida. Se trata de dar más importancia al pescado (Omega3), la verdura y las frutas, algo muy similar a la dieta mediterránea. Según su creador, si se toma un medicamento en altas cantidades puede ser tóxico y lo mismo ocurre con la alimentación, por eso hay que mantener el consumo de ciertos alimentos en la zona.
Sin embargo, estos resultados "mágicos", rápidos y la exageración de las propiedades de los Omega 3 son algunos de los motivos que han llevado al Grupo de Revisión Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AED-N) a desaconsejar esta dieta y la lectura de los libros que la recomiendan en Estados Unidos.
La idea es hacer de la alimentación un fármaco para lograr el equilibrio hormonal
Isabel Zamarrón, médico adjunto de la unidad de nutrición del Hospital Ramón y Cajal, considera que tiene sobrecarga de proteínas y una proporción desequilibrada de los principios inmediatos. "Bajo el reclamo de tener el cuerpo y la mente en armonía, la dieta de la zona elimina las proporciones de la Organización Mundial de la Salud ", afirma. No obstante, "no es de las peores", dice. Más perjudicial es la nueva dieta South Beach, creada por un prestigioso cardiólogo del Monte Sinaí de Miami, que reduce al mínimo los carbohidratos.
El creador de la zona considera que el excesivo consumo de hidratos de carbono es el responsable de la epidemia de obesidad que azota el primer mundo, de ahí la necesidad de reducir este aporte. Su regla de oro es combinar en cada comida un 40% de carbohidratos, 30% de proteínas magras y un 30% de grasas. No se trata de suprimir alimentos, sino reducir algunos, dividir el plato en tres partes: una, que ocuparía la palma de la mano para las proteínas; la segunda, de carbohidratos y la tercera, de grasas. El objetivo de estas proporciones es perder peso y controlar la glucosa en sangre y el nivel de insulina.
Un aporte extra de Omega 3, ácidos grasos esenciales que contiene principalmente el pescado azul, es el otro punto fuerte de la dieta. Según Sears, éstos tienen una notable importancia en la regulación del riego sanguíneo, la respuesta inmunitaria y antiinflamatoria y la agilidad mental. Para conseguir un nivel adecuado de Omega 3, Sears considera necesario recurrir a un complejo dietético, que su empresa se encarga de comercializar.
La práctica regular de ejercicio físico -tres horas a la semana-, beber dos litros de agua y evitar hábitos nocivos son otras de sus recomendaciones. Las celebrities se han fijado en ella porque se adelgaza sin perder masa muscular -sólo grasa- y se ralentiza el proceso de envejecimiento. Pero lo mejor, siempre será consultar con un médico.
Los famosos no se pasan de la raya ni siquiera en el restaurante
El equilibrio entre carbohidratos, grasas y proteínas, que marca la dieta (en porcentajes del 40, 30, 30) es una regla que los famosos mantienen a raya en cada una de las cinco comidas recomendadas, una antes de acostarse.Incluso para aquellos que no quieren saltarse el régimen cuando comen fuera, los restaurantes de Hollywood incluyen en su carta platos zone.La dieta de moda es una verdadera máquina de hacer dinero. La empresa que defiende este método ofrece la posibilidad de recibir los alimentos en casa a través de un mensajero. Un menú completo cuesta 48 dólares, no necesita refrigeración, sólo calentar en el microondas y listo.