China y EE UU se acusan de espionaje industrial
El 'caso Río Tinto' aviva la crisis entre las potencias
Como en una novela de suspense, las dos grandes potencias económicas del mundo han iniciado una escalada de acusaciones mutuas sobre espionaje, robo de secretos industriales y sobornos. El culebrón de los ejecutivos de Río Tinto arrestados por China acusados de robar secretos comerciales y las cerca de 50 detenciones llevadas a cabo en Estados Unidos en los últimos años por motivos similares no tendrían desperdicio como argumento central de una obra de intriga.
Desde 2006, más de 50 personas han sido procesadas en Estados Unidos por presuntamente transportar tecnología restringida, robar secretos comerciales o realizar operaciones de espionaje para China, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. A diferencia del caso de Río Tinto, muchos de los enjuiciamientos en Estados Unidos estuvieron relacionados con información militar.
"Claramente han aumentado los casos de exportación, en buena medida en respuesta a una mayor actividad china para adquirir material delicado y controlado en los Estados Unidos", asegura Clif Burns, abogado especializado en derecho comercial internacional en Washington.
Las autoridades chinas detuvieron a los cuatro ejecutivos de Río Tinto el 5 de julio, incluso al australiano Stern Hu. Un funcionario de la agencia de secretos de Estado dijo que los empleados estaban "espiando" a la industria siderúrgica china.
Más adelante señaló que era sólo su opinión. Los cuatro fueron arrestados, formalmente acusados de infringir secretos comerciales y sobornos, no de espionaje, dijo la fiscalía popular suprema de China el 11 de agosto, según la agencia de noticias Xinhua.
Las detenciones han tensado las relaciones entre China y Australia, y el negocio de Río Tinto en el país asiático, cercano a 10.000 millones de dólares, podrían verse afectadas.
Las sospechas de que China ha aumentado la presión sobre espionaje industrial se producen después de que el Departamento de Defensa estadounidense advirtiera que el país más poblado del mundo ha redoblado sus esfuerzos para conseguir información comercial de Estados Unidos para uso militar. "La inteligencia de Estados Unidos ha notado que, de todas las organizaciones extranjeras de inteligencia que intentan penetrar en las agencias estadounidenses, la china es la más activa", dijo el organismo militar norteamericano en su informe anual de 2009 al Congreso.
"En los últimos años el Departamento de Justicia ha manejado un creciente número de casos relacionados con tecnología estadounidense de armas, secretos comerciales y otra información restringida entregada a China", dijo Dean Boyd, portavoz del Departamento de Justicia.
Muchos de estos casos se suelen relacionar con robos de contratistas de defensa de Estados Unidos que desarrollan tecnología y equipo para el Ejército.
Una batalla que, al parecer, sólo ha comenzado.
Secretos que valen 90 años de cárcel
Entre los casos recientes de supuesto espionaje en Estados Unidos está el de Dongfan Chung, un ex ingeniero de Boeing de 73 años de edad. Se le halló culpable de robar secretos comerciales para China desde fines de los años setenta. Fue sentenciado a más de 90 años de prisión. En febrero, tres ex empleados de Metaldyne fueron sentenciados en el Tribunal Federal de Distrito en Michigan a una pena máxima de 30 meses en prisión por robar información confidencial de la empresa sobre la fabricación de componentes automovilísticos y usarla para ayudar a un competidor chino, Chongqing Huafu Industry. En marzo de 2008 Chi Mak, un ingeniero de una división de L-3 Communications Holdings, fue sentenciado a 24 años en prisión por intentar entregar información militar delicada a China.Asimismo, la detención de ejecutivos de Río Tinto en China podría afectar las inversiones en el país, según el Departamento de Estado.