Camino de firmar un gran año poselectoral
Los primeros siete meses de Obama, de los mejores para Wall Street.
La llegada de un nuevo inquilino a la Casa Blanca gusta al mercado. Los mensajes de cambio se reciben con esperanza y desde 1901 el primer ejercicio de una nueva legislatura se ha saldado casi siempre con ganancias sabrosas para Wall Street. Sólo en seis ocasiones se han registrado pérdidas. Los primeros siete meses de Barack Obama son un buen indicio de lo que será el ejercicio. Una vez superados los miedos sistémicos de principios de año, el fuerte rebote de los mercados perfila 2009 como otro año positivo para los mercados, uno de los mejores ejercicios poselectorales.
Pero Obama todavía no puede presumir de ser el mejor presidente para Wall Street. El rebote cercano al 40% que acumula el Dow Jones desde los mínimos de marzo haría pensar que ha conquistado este hito. Sin embargo, aún pesan demasiado los fuertes castigos sufridos en la primera parte del ejercicio cuando aún se cuestionaba la solidez del sistema financiero mundial.
El mandato de Barack Obama empezó mal. La incertidumbre económica desató verdaderos episodios de pánico vendedor y durante los primeros 50 días tras la investidura de Barack Obama los mercados estadounidenses cayeron en picado. De hecho, desde 1901, en ese corto periodo de tiempo sólo se habían comportado tan mal con la llegada de Gerald Ford. La inestabilidad, además, persistió hasta marzo y en el peor momento el Dow Jones llegó a acumular una caída anual del 25,4%.
Desde entonces las subidas han dominado y en los primeros siete meses de 2009 el Dow Jones logró anotarse un avance del 4,5%. Un comportamiento muy bueno en términos históricos. En concreto, en los últimos 27 años poselectorales, el comportamiento del mercado estadounidense hasta julio sólo ha sido mejor en 11 ocasiones. El avance más destacado se produjo en 1933 cuando el Dow Jones se anotó el 51,46% durante los primeros meses de actividad de Franklin D. Roosevelt, en plena Gran Depresión. "Lo único que tenemos que temer es el miedo", prometió el día de su investidura y el mercado le dio un voto de confianza.
Otra llegada al poder que se recibió con alegría en Wall Street se produjo en 1997 cuando el Dow Jones se anotó el 27,52% los siete primeros meses de Bill Clinton.
La investidura de George Bush (padre) en 1989 también sentó muy bien al mercado y el Dow Jones ganó el 22,69% hasta julio de ese año. Otros primeros meses buenos se dieron en 1905 -el mercado subió el 16,6%- durante la presidencia de Theodore Roosevelt; en 1929 con el mandato de Herbert Hoover -el Dow Jones subió 15,9%- o en 1961 tras la llegada de John F. Kennedy a la Casa Blanca, cuando el mercado subió el 14,53%.
No siempre el mercado ha reaccionado bien en los primeros meses de un ejercicio poselectoral. En 12 ocasiones iniciaron el año a la baja aunque luego al término del año las pérdidas se redujeron a cinco. El peor inicio se dio en 2001 (Bush hijo) con un caída del 12,82% en pleno estallido de la burbuja tecnológica.
Curiosidades
El mejor año poselectoral para el Dow Jones fue 1933. Entonces el índice subió el 200% tras la llegada del demócrata Franklin D. Roosevelt en sustitución del republicano Herbert Hoover. Como contraste, en 1929, el Dow Jones perdió el 80%, el peor registro poselectoral.