Camareros, no transportistas
Aquellos camareros maravillosos que teníamos, que les pedíamos un cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorá y a mí una de boquerones en vinagre, y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia", así, con esa nostalgia, hablaba el ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete de los viejos profesionales de la hostelería en un Foro CincoDías celebrado en 2008.
Esas palabras levantaron una agria polémica porque Cañete culpó de la escasa profesionalidad a la inmigración. Con todo, el Gobierno comparte la necesidad de mejorar el servicio en bares y restaurantes y obligará a los camareros a obtener un certificado de profesionalidad para ejercer su trabajo. Porque una cosa es ser camarero y otra muy distinta, transportista de platos.