La prima de riesgo del bono español se reduce un 60% desde máximos
Invertir a tiempo en deuda española está siendo negocio rentable para aquellos que hayan sabido ver la oportunidad. El rendimiento del bono español ha acortado las diferencias con el bono alemán a gran velocidad. Tan sólo medio punto porcentual supera ambas rentabilidades.
La percepción del mercado de que sólo Alemania ofrecía garantías sólidas de supervivencia cuando la tormenta económica arreciaba abrió a comienzos de año una oportunidad de inversión que está cerca de cerrarse. La diferencia entre el rendimiento del bund alemán a 10 años, el valor más líquido de la renta fija europea, y el bono español del mismo plazo ha pasado en menos de medio año del casi 130 puntos básicos (1,3 puntos porcentuales) a 54,6 puntos.
La renta fija recibe su nombre de que la rentabilidad la aporta un cupón periódico que es una cantidad fija. Lo que sí que varía es el precio del activo cuando se negocia en el mercado secundario. Esto hace que conforme disminuye el precio del activo, aumenta su rentabilidad medida en términos porcentuales. Así, el rendimiento del bono alemán ha estado consistentemente por debajo del de el español. La crisis ha acentuado esta diferencia ante la huida de la inversión hacia aquellos activos que son percibidos como más seguros.
En cualquier caso, la presión sobre los mercados financieros se ha ido relajando notablemente y la deuda soberana da buena fe de ello. Así, la rentabilidad del bono español ha pasado de los niveles próximos al 4,5% que registraba en febrero y a mediados de junio para situarse ahora en el 3,92%. Se trata de un ajuste de casi el 13% que tiene su equivalencia en el aumento del precio.
El riesgo de estar en el interbancario ha caído a niveles de hace dos años
El descenso es todavía mayor si se toman como referencia los niveles inmediatamente posteriores a la declaración de bancarrota de Lehman Brothers, el pasado 15 de septiembre, que provocó un pánico de dimensiones planetarias. Entonces, el bono soberano español llegó a situarse en el 4,75%, con lo que el descenso experimentado desde entonces es de nada menos que el 17,4%.
El castigo que sufrió la deuda nacional a comienzos de este año también estuvo directamente relacionado con el hecho de que el 19 de enero la agencia de calificación Standard & Poor's retiró a España la máxima calificación crediticia, la triple A, y le otorgó una nota de AA+.
El argumento principal fueron "las debilidades estructurales de la economía española", en particular, el rápido incremento del déficit público tras varios años de equilibrio en las cuentas del Estado. En síntesis, la triple A implica una solvencia financiera incólume y muchos fondos de pensiones del mundo entero tienen el mandato de invertir sólo en bonos que tengan la máxima calificación. Además, un grado menor de calificación implica que los inversores exigirán más rentabilidad, ante el aumento del riesgo, lo que eleva los costes de financiación.
La tensión se ha relajado notablemente en todos los mercados financieros, ante la mejoría generalizada de las expectativas económicas y la convicción de que el mundo podrá evitar la depresión. Un ejemplo de esto es el índice Ted Spread, que mide el riesgo que supone estar en el mercado interbancario. Es el diferencial que hay entre el tipo interbancario Líbor a tres meses en dólares y la deuda del Tesoro estadounidense en el mismo plazo. Esta prima de riesgo ha caído ya a niveles de hace dos años y ha pasado de los 463,6 puntos básicos registrados después de Lehman Brothers a menos de 30 puntos (0,3 puntos porcentuales). Los mercados de renta fija se normalizan.
La política de los bancos centrales
Reino Unido. El Banco de Inglaterra aprobó ayer ampliar el programa de compra de activos iniciado en marzo y para el que destinará 50.000 millones de libras adicionales; el volumen total será de 175.000 millones. La decisión provocó un repunte inmediato del 4,3% en el precio del bono a 10 años. Los tipos en el Reino Unido están al 0,5%.EE UU. La Fed se reunirá la semana que viene y deberá decidir si prorroga o detiene su programa de compra de activos (TALF) para apoyar a la economía y que concluye este año. Bajo el programa TALF, la Fed ha gastado 300.000 millones de dólares en comprar activos. El precio del dinero está entre el 0%y el 0,25%.Zona euro. El BCE dejó ayer los tipos en el 1% e inició en julio pasado un programa para comprar cédulas hipotecaria de calidad, tanto el mercado primario como en el secundario y en el que empleará un montante de 60.000 millones de euros. El plan de liquidez estará en vigor hasta junio del año que viene.