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CincoSentidos

La crisis saca del mercado a los especuladores del arte

Como ocurrió en los noventa, los creadores de burbujas de arte han abandonado el sector tras el ajuste de precios.

La crisis económica ha pasado factura a las grandes operaciones en el mercado del arte. Porque ¿quién quiere retratarse en una subasta, pagar elevadas comisiones y arriesgarse a que la obra no encuentre comprador y se queme? Los coleccionistas están optando por vender sus obras a través de transacciones privadas, eso sí, a riesgo de rebajas que alcanzan de media el 20% de los precios.

Recientemente Bloomberg sacaba a la luz el caso de Christopher Forbes, conocido como Kip, vicepresidente de Forbes, quien ofreció 36 obras de su colección, con un valor total de 7,8 millones de libras (9,1 millones de euros), a la Fine Art Society, una de las galerías de arte más antigua del mundo. "Uno tiene mayor control sobre el precio cuando vende a través de un agente", declaraba Simon Edson, uno de los directores ejecutivos de la galería.

Las ventas privadas han experimentado un auge en el mercado internacional debido a que la crisis económica ha ahuyentado a los compradores del mercado y atemorizado a los vendedores ante el riesgo de que obras costosas no hallaran compradores en subasta. En el caso de las transacciones directas, la única diferencia entre lo que el comprador paga y el vendedor recibe es la comisión del agente que en casos como la Fine Art Society puede ir desde el 20% para obras cuyo precio no supera las 100.000 libras hasta el 5% de las que superan el millón de libras. Las comisiones de Christie's, por su parte, oscilan entre el 2% al 15%, más una cuota de marketing y el seguro, según el folleto de la casa de subastas de Londres.

"Las operaciones privadas siempre han existido", recuerda Carmen Reviriego, directora general de Wealth Advisory Services, firma especializada en asesoramiento en patrimonio no financiero. "Los inversores que pueden vender por esta vía, lo prefieren, porque son operaciones más discretas, frente a las subastas, más transparentes. También es una fórmula más barata, las comisiones no son tal altas como las que aplican las casas de subastas", precisa.

Lo que ocurre es que los compradores de arte no están dispuestos a pagar los precios de los últimos años. Leo Koenig, un marchante de arte de Chelsea, adquirió recientemente una pintura de Gerhard Richter que un coleccionista vendía con un descuento del 30% y dos Warhols de ejecución temprana que se vendían a mitad de precio y después los ofreció a potenciales compradores al precio que el pagó, mostrándoles las facturas, y aplicando una comisión del 5%. Desde marzo, el galerista ha cerrado ocho tratos de esta naturaleza, lo que ha ayudado a mantener su galería a flote.

Sofía Urbina, directora de Art Advisory Services, firma especializada en el asesoramiento en arte a clientes privados con sede en Londres y Madrid, destaca que no es el mejor momento para vender. Si se trata de una pieza muy importante, por ejemplo, un Warhol concreto, aconseja la vía de las subastas, aunque si el cliente no tiene necesidad de liquidez, aconseja no vender. "Es más fácil vender a particulares, aunque teniendo en cuenta que los precios han caído una media del 20%", recalca.

Para dar una idea de la situación actual del mercado, Sofía Urbina relata el caso de un coleccionista que pagó medio millón de dólares por una fotografía de Cindy Sherman, artista cuya cotización alcanza el millón de dólares. Es la realidad que está sufriendo el mercado americano. La parte buena, coinciden los expertos, es que la crisis está dejando fuera a los especuladores.

Coleccionistas serios y experimentados, que comprenden las ventajas de comprar en un mercado deprimido, han llenado el hueco que han dejado los creadores de burbujas que se han retirado del mercado.

Discreción y sigilo a la hora de cerrar operaciones

El mercado del arte tiene apetito para obras significativas, tal y como sugiere que el pasado mes de junio se vendieron en transacciones privadas pinturas de Mark Rothko y otras, pertenecientes a Ezra Merkin (implicado en el caso Madoff) por 310 millones de dólares (más de 217 millones de euros). Christie's también gestionó transacciones privadas de 21 millones de euros durante el primer semestre de 2009, según el máximo responsable ejecutivo Edward Dolman. Obras de Warhol, Willem de Kooning, Donald Judd, Sigmar Polke, Picasso, Matisse, Richard Serra, Dan Flavin, Bruce Nauman, Jeff Wall, Gilbert y George, Alighiero Boetti y Vija Celmins han cambiado de manos en meses recientes, según comerciantes, consultores de arte y coleccionistas.Las ventas privadas componen el segmento más opaco del mercado de arte, que en gran parte no está reglamentado. La discreción que atrae clientes a estos acuerdos impide a la mayoría de los participantes a revelar detalles específicos sobre estas transacciones. Estas operaciones también les permiten tener cierto control sobre los precios.Las grandes corporaciones y las más importantes fortunas son quienes están detrás de estas transacciones. Su alto poder adquisitivo somete a presión a los vendedores.

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