Impuestos para los demás
Las estadísticas que maneja la UE indican que el 96% de los europeos quieren que los impuestos que graven los bienes y servicios tengan en cuenta el impacto de los mismos sobre el medio ambiente. Es decir, los productos más perjudiciales con el entorno deben soportar una mayor tributación. Sin embargo no se ponen de acuerdo sobre una subida de impuestos que ayude a financiar la recuperación de las costas o las áreas degradadas. En el caso de España, el asunto se complica mucho más. Una amplia mayoría, superior al 60%, según el CIS, piensa que paga demasiados tributos y que no se debe elevar el gravamen. Ahora que el Gobierno está estudiando retocar los impuestos, parece que cada contribuyente desea mejorar el medio ambiente, eso sí, que sea el vecino el que lo financie.