De cada dos viviendas que se contruyen una se queda sin vender
De cada dos viviendas que se contruyen en España sólo una acaba vendiéndose, un pobre balance para los promotores, pese al esfuerzo que están realizando para adaptar su producción a la caída de la demanda, como demuestra el recorte experimentado en los inmuebles terminados hasta mayo, del 33% respecto al mismo periodo de 2008.
Los datos oficiales así lo atestiguan. El número de certificados de fin de obra registrados en los cinco primeros meses del año se situó en 180.722 unidades, según las estadísticas del Ministerio de Fomento, lo que supone una caída del 33% respecto a los 269.954 visados a la misma fecha del año anterior.
Sin embargo, la demanda se ha frenado de manera más brusca. Los datos aportados por Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que hasta mayo sólo se vendieron 92.731 viviendas nuevas, lo que supone prácticamente la mitad las finalizadas en el mismo periodo.
El resultado de este desfase es un progresivo aumento del 'stock' de viviendas vacías en manos de los promotores, mientras se multiplican los esfuerzos desde el Gobierno por promocionar el alquiler, de forma que las estimaciones del sector apuntan que el 'stock' alcanzará los 800.000 inmuebles este año.
La supervivencia del sector pasa por completar este ajuste en demanda y producción de viviendas y facilitar así la absorción del 'stock'.
Por lo pronto, las distintas patronales inmobiliarias coinciden en señalar que en 2009 la construcción de nuevas viviendas no logrará alcanzar siquiera la cota de las 150.000, un mínimo histórico lejos de los récords registrados en años anteriores (con un máximo de casi un millón en 2006, según el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos).
Los visados de obra nueva de viviendas se han reducido a un tercio (-64,2%) hasta el mes de mayo, con 51.425 unidades, la cifra más baja desde al menos el año 2000, según datos del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.
Estas cifras de certificaciones previas al inicio de las obras adelantan, por tanto, cual será el ritmo de actividad del sector residencial en los próximos años y ponen de manifiesto hasta qué punto los promotores están ajustando su producción a la caída de la demanda.
Así, estos 51.425 visados hacen pensar que la cifra al cierre del año se situará incluso por debajo de la demanda estructural estimada de entre 400.000 y 450.000 viviendas anuales, en previsión de dejar espacio en el mercado al 'stock' de viviendas aún sin vender.