Un verano gourmet en terrazas de hotel
Urbanas o con la naturaleza de fondo, ideales para disfrutar la cocina estival.
La oferta culinaria de los grandes hoteles ha mejorado mucho en los últimos años. Además, cuentan con unas instalaciones magníficas que, en verano, se centra en las terrazas, perfectas para cenar en las noches estivales. Ajardinadas, en patios, urbanas o rurales, se visten con la parafernalia necesaria de las velas, las flores, los manteles de hilo y un servicio de muchas estrellas. Y, un aliciente más: no cierran en vacaciones. Les mostramos aquí alguna de las más apetecibles.
l El jardín de Miguel Ángel. Miguel Ángel, 29. Madrid. Tel.: 91.425.05.31. Precio medio: 60 euros. Un espacio muy agradable al que acuden muchos madrileños buscando el frescor nocturno. Y sus propuestas culinarias, entre sofisticadas y creativas, basadas en productos mediterráneos. En la carta veraniega, platos ligeros, como exige la estación: crema de melón con miga y jamón ibérico, cabracho con espuma de ajoblanco y minihinojos braseados, o steak tartar templado con yema de huevo.
Un aliciente más de los patios y terrazas es que no cierran en vacaciones
l El jardín de Orfila. Orfila, 6. Madrid. Tel.: 91.702.77.70. Precio medio: 60 euros. Cocina de mercado con platos tradicionales actualizados en un recoleto patio interior. En la carta no faltan los arroces, el jarrete de ternera o las pochas con almejas, pero las propuestas se actualizan con recetas como la ensalada de verduras y colores (distintas verduras mini, hojas, gelatinas y emulsiones), plato nuevo de este año.
l Jardín del Intercontinental. Paseo de la Castellana, 49. Madrid. Tel.: 91.700.73.00. Precio medio: 60 euros. Plantas, sombrillas, brumizadores, en el verano la gastronomía de este clásico hotel se traslada al exterior. ¿Y para comer? Platos refrescantes basados en una cocina mediterránea puesta al día. Por ejemplo, los pimientos asados a la sal con taco de bonito, el carpaccio de buey wagyu con fideos de soja, los arroces Para el final, carro de postres de elaboración propia.
l Quinta de los Cedros. Allende Salazar, 4. Madrid. Tel.: 91.515.22.15. Menú degustación: 44 euros (con vinos). Coqueta terraza ajardinada la de este encantador cuatro estrellas. En consonancia con su clientela, ofrece una cocina clásica de matices afrancesados, patente en platos como la espuma de patata con bogavante, el gazpacho de sandía, el carpaccio de rape con berberechos, y los postres, para muy golosos.
l Villa Magna by Eneko Atxa. Paseo de la Castellana, 22. Madrid. Tel.: 915 871 234. Menús degustación: 90 y 115 euros (sin vinos). Ha sido una de las novedades de la temporada.
El joven cocinero vizcaíno (una estrella Michelin) dirige el restaurante del hotel, ahora trasladado a una apetecible terraza urbana. Cocina contemporánea, de mucho nivel, vanguardista y sorprendente: la huerta (paisaje comestible), bacalao asado sobre estofado de sémola y vegetales, o el postre de fresas y rosas. Muy recomendable.
Mirando al cielo o al mar
O a los Picos de Europa, el maravilloso paisaje que ofrece la terraza del hotel Palacio de Cutre, un antiguo edificio del S. XVI (La Goleta, sn. Villamayor-Infiesto, Asturias. Tel.: 985 708 072. Precio: desde 25 euros). Su gastronomía, claro, tradicional asturiana: tortos de maíz con foie, pixín (rape) con patatas al azafrán o pollo de corral guisado al vino tinto.Mirando al peñón de Ifach, Casa del Maco (Pou Roig, 15, Benissa, Alicante. Tel.: 965 732 842. Precio medio: 50 euros), es un caserío rústico del XVIII, perteneciente a la cadena Ruralka. Cuenta con su propio vivero de bogavantes, y éste es precisamente el plato estrella de la carta, al que homenajean con un menú especial. Aunque también se pueden probar recetas como el cordero perfumado con tomillo y patatas trufadas. Todo al exterior.En la Ciudad Condal el restaurante Dos Cielos (Hotel Me Barcelona. Pere IV, 272. Barcelona. Tel.: 933.672.070. Precio medio: 90-120 euros), dirigido por los hermanos Torres, inaugura este año su terraza con vistas, en la planta 24. Cocina creativa, ligera y muy mediterránea. La originalidad de sus propuestas se manifiesta en la cazuela de verduras de cultivo natural con setas (en el propio tejado del hotel tienen una huerta urbana), en el rodaballo salvaje a la brasa de coco o el bloque de buey curado en bodega.