_
_
_
_
Félix Sáenz Lorenzo

"11.000 ciudadanos nos ceden cálculo de sus PC"

Está al frente de Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), institución que lidera el Supercomputador Ciudadano Ibercibis, uno de los proyectos de cálculo más espectaculares de Europa.

Aprovechar las horas muertas de los ordenadores de particulares y colectivos para lograr una potencia de cálculo inalcanzable para una computadora individual centra la actividad del Supercomputador Ciudadano Ibercivis. Diariamente se conectan a esta plataforma 2.000 personas, que aportan unos 8.000 procesadores, cuenta Féliz Sáenz, director del BIFI, institución que tiene su sede en Zaragoza.

¿En qué consiste el proyecto Ibercivis?

La investigación avanzada necesita hoy de cálculos muy complejos y ello requiere una potencia inalcanzable para los ordenadores individuales. Esa potencia puede ser aportada por los ordenadores de ciudadanos particulares o de colectivos, en las horas en que estas máquinas permanecen inactivas. Así que el BIFI, que forma parte de la Universidad de Zaragoza, y el Laboratorio Nacional de Fusión del Ciemat nos lanzamos a la aventura de constituir esta plataforma, respaldados por un amplio grupo de colaboradores y patrocinadores.

¿Y cuál ha sido la respuesta de los usuarios?

Realmente extraordinaria. Llevamos más de 11.000 participantes de 110 países en poco más de un año, ya que la plataforma se puso en marcha el 20 de junio de 2008.

¿Qué han aportado?

Los 50.000 cores (procesadores) han facilitado 10 millones de horas de cálculo a la plataforma. Un ordenador individual tardaría unos 1.200 años para alcanzar esta cifra. Además, el coste también resultaría inasumible.

¿Qué tipo de investigaciones realizan?

Estamos orientados al bien público y, por ello, se trata de investigaciones que pueden contribuir decisivamente a una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos o al avance tecnológico. Por ejemplo, nuevos fármacos contra el cáncer, energías limpias, nuevos materiales Toda la investigación que se realice en centros públicos y precise de cálculos muy complejos tiene aquí una herramienta excepcional que, de otro modo, no se habría podido conseguir.

¿Qué ofrecen al ciudadano de a pie que presta el tiempo muerto de su ordenador?

La oportunidad de participar activamente en proyectos beneficiosos para la sociedad. Algo así como tener la ciencia en casa. Esa es la gran compensación moral. También, para animar y reconocer el trabajo de los más activos, otorgamos una serie de premios, para subrayar esa participación altruista.

¿Cómo se efectúa cada servicio?

El proyecto está basado en el software del proyecto Boinc (Berkeley Open Infrastucture for Network Computing), compatible con los principales sistemas operativos. El programa cliente de Boinc, instalado por los usuarios, detecta la disponibilidad de conexión a internet y se conecta a un servidor para solicitar tareas de cálculo. Cuando estas tareas han concluido, los resultados son enviados de nuevo al servidor.

Los ordenadores son depositarios de la intimidad. ¿Está realmente asegurada?

Este proyecto no podría realizarse sin una garantía total de seguridad. Contamos con un software propio del proyecto y los parámetros de cálculo y tiempo de comunicación están ajustados para que no supongan la más mínima rebaja de las prestaciones del ordenador del participante.

¿Y cómo se participa?

Simplemente, entrando en la web www.ibercivis.es y siguiendo unas instrucciones sumamente sencillas. Sólo se necesita un ordenador y una conexión a internet. A partir de ahí, cualquier persona o colectivo puede registrarse con sus datos personales o de forma privada, sin facilitar ningún dato. El programa tiene un funcionamiento parecido al de un clásico salvapantallas, que permanece prácticamente inactivo cuando el ordenador está siendo utilizado y se activa cuando detecta que no se están realizando tareas de importancia.

Un gigante de la investigación

Constituido en 2002 como Instituto de Investigación dependiente de la Universidad de Zaragoza y del Gobierno de Aragón, el BIFI es reconocido como uno de los grandes centros de europea. El equipo hispano-italiano, dirigido por el profesor Alfonso Tarancón, ha logrado el miniordenador de cálculo específico más potente de Europa.El BIFI, que participa en varios proyectos europeos, aloja también un nodo de la Red Española de Supercomputación, una infraestructura estatal para dar soporte a toda la comunidad científica española y cuyo nodo más conocido es el ordenador Mare Nostrum. En un entorno donde el ayuntamiento zaragozano ha apostado audazmente por las nuevas tecnologías, el BIF cuenta con uno de los mayores centros de computación del país y con laboratorios de bioquímica, lo que permite comparar los resultados de las simulaciones con los experimentales.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_