Sebastián apuesta por la energía nuclear pese al cierre de la central de Garoña
Más allá de explicar las razones que han llevado al Gobierno a cerrar Garoña en 2013, el titular de Industria avanzó ayer en el Congreso que el Gobierno "no puede renunciar" a esta energía y que la decisión sobre la planta burgalesa es "una excepción".
En su cuarta comparecencia ante el Congreso de los Diputados desde que fue nombrado ministro de Industria, Miguel Sebastián aseguró ayer que las razones que han llevado al cierre de la central nuclear burgalesa "no deben ser entendidas como una renuncia taxativa de este Gobierno a la energía nuclear". En su intervención, que realizaba para explicar dicho cierre (o prórroga de cuatro años, según se mire) y la subida de la tarifa eléctrica en julio, Sebastián consideró que "el Gobierno no puede renunciar a la energía nuclear en su conjunto, mientras no haya una alternativa limpia, segura y almacenable".
En la Comisión de Industria del Congreso, el ministro se enfrentó a los grupos partidarios de la prorroga de Garoña, cuyo cierre ha decretado el Gobierno para 2013, como el Partido Popular, y a los que abogaban por el cierre inmediato, como Izquierda Unida, el PNV o el BNG. En el caso de IC-IU, su portavoz, Joan Herrera, acusó de traición al Gobierno, pues, afirmó, se había comprometido "de palabra" con su partido a cerrar la central.
Para el titular de Industria la polémica generada en torno a la revisión de la licencia de la central "ha abierto un debate que no habíamos tenido en las últimas décadas", en las que hablar de estas cuestiones "era tabú".
Además, el supuesto debate "va a obligar a todos los grupos políticos a adoptar una posición". Para Miguel Sebastián, el que mantiene al respecto "una posición más nítida, clara y definida es el PSOE" y ahora es el PP el que debe clarificar la suya, pues ha pasado de cerrar la central de Zorita "sin un plan alternativo industrial y de empleo", a apoyar la continuidad de Garoña, propiedad de Endesa e Iberdrola.
Pese a dicha nitidez, Sebastián aseguró que "en el PSOE hay distintas sensibilidades, pues es un partido con libertad de expresión". Aunque según el portavoz del PNV, Emilio Olabarría, Sebastián es uno de los miembros del Gobierno partidario de la continuidad de Garoña, éste dijo que el Gobierno "irá renunciando a esta energía a medida en que podamos".
Por un lado, apeló al programa electoral del PSOE, en el que figura el compromiso de cierre de las nucleares a medida que se cumpla su vida útil, pero, por otro, no descartó que el partido, que es "flexible" pueda llegar a tener una posición diferente cuando se solucione tecnológicamente el problema de los residuos. Y es que, según el titular de Industria, si el PSOE no apoya nuevas centrales "no es por razones ideológicas, sino por los residuos radiactivos".
Sebastián reiteró los planes económicos para la zona, cuyo primer convenio podría estar listo en 2010, así como la definición del concepto de vida útil de una central, que se incluirá en una ley sobre energía nuclear.
El cierre de Garoña, que se estableció en una orden de Industria, "no es la regla, sino la excepción que marca la ley para un caso de estos" y, aunque el Consejo de Seguridad Nuclear, Sebastián consideró que podría continuar funcionando 10 años, la decisión es competencia "exclusiva" del Gobierno.
La cifra
2,97 millones son los clientes que se han acogido ya al bono social, según Industria. Pero la mayoría no se han acogido, sino que lo reciben automáticamente.
Hoy se aprueba la comisión mixta para el déficit tarifario sin titulizar
Una buena parte de la intervención del ministro de Industria estuvo centrada en la nueva tarifa de último recurso. Además, anunció que el Consejo de Ministros aprobará hoy la creación de la comisión interministerial, entre Industria y Economía, que debe poner en marcha los mecanismos para colocar el déficit de tarifa aún sin titulizar (unos 6.000 millones) y que tendrá el aval del Estado.Según Miguel Sebastián, desde la entrada en vigor de la TUR se han acogido al bono social 2,97 millones, si bien, son en su mayoría los clientes con menos de 3 kW a los que las eléctricas deben aplicarlo de forma automática.En su afán por liberalizar el mercado "con salvaguardas", el Gobierno ha establecido una tarifa de último recurso, que Sebastián denominó ayer en varias ocasiones como tarifa refugio. Sin embargo, a la vista de los datos de un estudio comparativo de ofertas realizado por la CNE, puede resultar más refugio el mercado libre. Según el citado estudio, realizado durante una semana de julio, en el mercado hay ofertas que pueden ahorrar 28 euros al año en el recibo. Industria publicará antes de que acabe el año en su portal las ofertas de las comercializadoras.