La recesión reabre el debate sobre la PAC
La presidencia española defenderá la continuidad de las ayudas.
El debate sobre la Política Agraria Común (PAC) ha resurgido con fuerza. La recesión proyecta un sombrío panorama sobre la PAC a pesar de los 52 años que lleva a sus espaldas. España, uno de los principales beneficiados, tendrá que asumir un papel activo de defensa de cara a la renegociación para el periodo 2013-2020, como presidenta de turno de la Unión Europea (UE) el próximo año, en opinión del Gobierno.
"Se atraviesa una etapa complicada", admite la secretaria general de Medio Rural, Alicia Villauriz, en concreto en los "sectores lácteo, aceite de oliva y vino". En este sentido, casi todas las asociaciones agrarias se quejan de la falta de apoyo institucional similar al de la banca o el automóvil. En el Ministerio admiten las dificultades, pero aseguran que la situación no es tan grave como para justificar ese tipo de medidas.
Sí parece claro, en cambio, que la crisis puede afectar más a la agricultura española que a la de sus socios comunitarios si finalmente se producen recortes. Una tarta de 53.693 millones de euros a repartir este año entre todos, de la que España obtiene la segunda porción más grande tan sólo por detrás de Francia.
Raúl Compés y José María García, profesores de la Universidad Politécnica de Valencia, lo advierten en un estudio que acaban de publicar. La PAC comienza a percibirse como "una política prescindible" en un panorama "creíble" de reducción del gasto agrícola. Una perspectiva ante la que Alicia Villauriz se muestra tajante: "España mantendrá una posición de defensa" en lo que considera "un elemento esencial de seguridad alimentaria y garantía de las rentas de los agricultores". "El presupuesto destinado a la PAC es barato" en comparación con el de EE UU. Ambas partidas "deberían equipararse", concluye Villauriz. Asaja, la mayor asociación agraria de España, está de acuerdo. José Carlos Caballero, director técnico de la asociación, afirma que la PAC "no es una política para los agricultores sino para los consumidores". Por lo que, según el experto, es injustificable esgrimir el miedo con la crisis como telón de fondo para exigir recortes presupuestarios.
La mayor parte de las organizaciones agrarias españolas, sin embargo, no son tan optimistas y muestran sin pudor sus temores ante posibles recortes de las ayudas. España tendrá que vérselas con Reino Unido y algunos países nórdicos (Dinamarca y Suecia) que ejercerán mayor presión que nunca en la línea No-PAC, según David Erice, de la Unión de Pequeños Agricultores.
Régimen de Pago æscaron;nico
Desde su entrada en vigor, la PAC ha sufrido múltiples transformaciones en busca de adaptarse a las realidades del sector agrario. Desde 1992, y en un contexto de excedentes agrarios se introdujo una serie de reformas para reorientar la agricultura al mercado. La más importante se realizó en 2003 de la mano del entonces Comisario de Agricultura, Franz Fischler. La Comisión adoptó el llamado Régimen de Pago æscaron;nico (PU): ayudas al campo desacopladas de la producción, es decir, independientes de la cantidad obtenida por el agricultor, pero supeditadas a condiciones agrarias y medioambientales. La última reforma en este sentido, aprobada por la UE en noviembre de 2008, ha sido llamada "chequeo médico" que, como su nombre indica, mide el estado de salud de la PAC. También introduce medidas, según la Comisión, con el objetivo de modernizarla, simplificarla y racionalizarla. Una de esas medidas es el aumento de las cuotas lácteas hasta su eliminación gradual para 2015. Algo que no gustado al sector lechero debido al desplome de los precios que ha suscitado protestas enérgicas.
El PU es un método que no distorsiona los mercados pero tampoco da respuesta al problema de la inestabilidad de precios, según la opinión de los profesores Compés y García. Las cooperativas coinciden en el diagnóstico, según Gabriel Trenzado, portavoz de Cooperativas Agro-alimentarias, principal asociación del país.
En la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) son aún más contundentes: "el sistema de PU es insostenible a largo plazo". En este sentido, el PU es "uno de los grandes retos que se deben plantear más allá de 2013", añade Alicia Villauriz.