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Moda

El grupo italiano Borletti y el propio diseñador se unen para comprar Lacroix

El grupo italiano Borletti y el modisto francés Christian Lacroix han presentado una oferta para hacerse con la casa de modas del diseñador, que se declaró en suspensión de pagos el pasado mes de mayo, según comunicó hoy su administrador judicial.

La oferta presentada por el grupo Borletti, que compró en 2006 los grandes almacenes franceses Printemps y controla la cadena de tiendas La Rinascente, y el propio Lacroix es una de las tres comunicadas al administrador de la casa de modas, Régis Valliot.

Este comunicó hoy a la prensa que, además de la oferta conjunta entre Borletti y el modisto, hay otras dos, una de ellas la de la consultora Bernard Krief Consulting (BKC) y otra que ofrece un euro por hacerse con el control de la casa de moda francesa.

Hoy precisamente vence el plazo para la presentación de ofertas por Christian Lacroix, propiedad desde 2005 del grupo estadounidense Falic y que en 2008 registró unas pérdidas de diez millones de euros.

La célebre casa de costura, de brillante destino artístico pero pésimos resultados económicos, anunció en mayo que no tendría más remedio que cerrar sus puertas a finales de julio en caso de no encontrar un nuevo propietario.

Lacroix fue fundada en 1987 con el apoyo del número uno mundial del lujo, el grupo francés LVMH.

El grupo BKC es conocido por su experiencia en la compra de empresas en dificultades.

Pese a su situación financiera crítica, Christian Lacroix presentó a principios de julio un desfile particularmente celebrado en las últimas jornadas de alta costura de París.

Al anunciar en mayo la suspensión de pagos, la casa de alta costura justificó el anuncio por "las consecuencias de la crisis financiera mundial, que afecta de manera significativa al sector del lujo", según un comunicado.

Tras su venta por parte del grupo LVMH a principios de 2005, la sociedad emprendió un plan ambicioso y a largo plazo de reposicionamiento de la marca sobre el mercado del "prêt-à-porter" de lujo.

"Desafortunadamente, esta estrategia ha sufrido de manera severa las consecuencias de la crisis financiera", reconoció la casa francesa.

Las ventas de la colección de la temporada de verano de "prêt-à-porter" femenino, actividad esencial de la casa, sufrieron una caída del 35%, mientras que la alta costura, sector tradicionalmente deficitario, padeció la erosión que están sufriendo las grandes fortunas.

El presidente de la firma francesa, Nicolas Topiol, reconoció al comunicar la suspensión de pagos que se deseaba continuar con la actividad, pero que las dificultades inherentes a la crisis sobre el mercado del lujo habían reducido notablemente los ingresos de la empresa.

Topiol comentó que el año pasado se dedicaron a la búsqueda de socios financieros que apoyaran la estrategia de la marca, pero este proyecto también sufrió los efectos de la crisis, a pesar de que estaba en fase final, y no pudo llevarse a cabo en los plazos necesarios.

Agregó que gran parte de los resultados negativos de la empresa se explicaron por la fuerte caída del mercado estadounidense.

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