El ahorro de las familias servirá para financiar el sector público
El fuerte deterioro de las cuentas de las Administraciones Públicas, el mayor de su historia, será cubierto por el ahorro de las familias, una vez que ha caído el precio de la vivienda y los hogares pueden dedicar sus recursos a otros fines, según un estudio de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Esta es la principal conclusión de un Informe del Servicio de Estudios de BME sobre el ahorro y la inversión en España en el periodo 1985-2008, que asegura que esta tendencia comenzó a apuntarse el pasado año y se consolidará en los próximos meses.
Según el estudio, tras cinco años en los que la inversión en vivienda nueva acaparaba la mayor parte de los recursos financieros de los hogares, el pasado año se produjo un punto de inflexión al mismo tiempo que las empresas no financieras reducían sus necesidades de financiación.
Asimismo, el informe de BME destaca el fuerte aumento en las necesidades de liquidez de las administraciones públicas, que con más de 40.000 millones de euros es el mayor de su historia.
La dependencia de las administraciones públicas respecto de los hogares dependerá, según el estudio, de la evolución de la situación económica general y del sector público en particular.
La capacidad de financiación de las familias está directamente relacionada con la evolución del precio de la vivienda.
Así, en dos de los periodos de la historia reciente en los que este indicador subió de forma significativa (1985-1990 y 1999-2007) las economías familiares pasaron de ser fuentes a demandantes de financiación.
En 2007 las creciente necesidades de los hogares superaron los 30.000 millones de euros, y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria quebró "de manera histórica y explosiva" esta tendencia.
Además, la caída del consumo y de la demanda interna ha provocado que en 2008 aumentara en gran medida el ahorro familiar respecto al PIB.
Por lo que respecta a las administraciones públicas, el estudio recuerda los dos únicos periodos -hasta 2008- en los que sus ingresos fueron insuficientes para hacer frente a los gastos, entre 1985 y 1986 y entre 1992 y 1996.