Anchoas 1 - txakolí 1
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha permanecido hoy en su reunión con el lehendakari, Patxi López, fiel a su costumbre de agasajar a sus invitados con anchoas, orujo y otros productos de la tierra, pero esta vez ha recibido en contrapartida otro lote de alimentos: queso, pimientos y txakolí.
Tras la polémica en la que se vio envuelto hace unos días por las declaraciones de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, sobre los obsequios que hace a Zapatero, entre los asistentes a la primera reunión que celebran los Gobiernos vasco y cántabro circulaba hoy una pregunta: ¿regalará anchoas Revilla al lehendakari?
El propio Revilla había jugado ayer al despiste, al anunciar que posiblemente López y sus consejeros no se llevarían la consabida lata de filetes de anchoa en salazón, porque pensaba que, con el calor que hace estos días, el producto se podía estropear. En todo caso, dijo, las probarían en la comida oficial que iban a compartir.
Sin embargo, Patxi López y el resto de los miembros de su Gobierno se encontraron con la esperada lata de anchoas, acompañada esta vez de bonito, ventresca, sobaos pasiegos, quesos, orujo y vino tinto de Liébana y blanco del Asón, además de una reproducción de los "Comentarios a los Apocalipsis" de Beato de Liébana y un dibujo de un urogallo pintado por Pedro Sobrado.
La delegación del Gobierno vasco venía preparada y también tenía un obsequio para Revilla y los cinco consejeros del Gobierno de Cantabria que le acompañaban: un lote de pimientos, alubias, tomates, tejas de Tolosa, queso de Idiazábal y txacolí, acompañados por una lámina que reproduce el dolmen de Sorginetxe.
Revilla ha demostrado además que profesa algo más que admiración por el nuevo lehendakari: "Eres imprescindible, Patxi", le soltó en la conferencia de prensa que puso fin al encuentro, después de pedirle que se cuide y de darle repetidos y efusivos abrazos.