Andalucía desempolva su proyecto de caja única
Dios escribe con renglones torcidos el futuro de las cajas de ahorros andaluzas. El acuerdo alcanzado entre Unicaja y Cajasur para que la entidad controlada por la Iglesia católica participe en una fusión a tres bandas con el grupo malagueño y Caja Jaén supone un giro radical en el futuro del sistema bancario andaluz. Un regreso a la casilla de partida.
La probable incorporación de Cajasur al proyecto era vox populi en el sector financiero desde hace semanas. Pero lo que ahora se considera una salida natural, parecía un pacto antinatura hace no tanto tiempo. Han sido sus problemas de morosidad y liquidez los que han obligado a la entidad cordobesa a acercarse a Unicaja.
A finales de la década pasada, la Junta de Andalucía se propuso crear una caja regional única a partir de las seis entidades de ahorro existentes. Pero aquella iniciativa topaba con un obstáculo: la "singularidad de Cajasur". Para llevar a buen término el proyecto era necesario quebrar la base de poder de la Iglesia en el grupo cordobés a través de una nueva ley de cajas.
La dirección de Cajasur, encabezada por aquel entonces por el sacerdote Miguel Castillejo, reaccionó. Tocó diversos hilos en el ámbito político nacional y movilizó a la sociedad cordobesa en la calle contra la iniciativa legislativa. El Ejecutivo andaluz tuvo que replegarse.
La Junta pasó de hablar de una "caja única" a proponer la creación de una "gran caja". Es decir, de un grupo que aglutinase a todas las entidades de la región a excepción de Cajasur. El proyecto seguiría articulado, como el anterior, en torno a Unicaja y lo pilotaría el presidente de esta firma, Braulio Medel. La iniciativa no se materializó en 10 años por las suspicacias generadas entre las demás cajas, que rehusaban participar como simples comparsas.
En este tiempo, sólo se ha concretado una fusión: la de El Monte y San Fernando, que ha dado lugar a Cajasol. Precisamente, es esta entidad quien se opone al proyecto resucitado. Cajasol se asemeja en tamaño a Unicaja, aunque los recientes movimientos corporativos orquestados por Braulio Medel la relegarían a un segundo puesto. Por eso, el presidente del grupo sevillano, Antonio Pulido, ha emprendido contactos con entidades de fuera de Andalucía, entre las que podrían figurar las cajas extremeñas y Caja Guadalajara. Su ambición es crear otra grupo financiero de referencia. La teoría de las dos torres.
Caja Granada completa el puzzle andaluz. Esta entidad clama por defender su independencia. Pero que lo logre dependerá exclusivamente de su capacidad de resistir los embates del deterioro económico nacional y mantener unas ratios tan sólidas como las actuales.
El referente de La Caixa
Todos los movimientos de la Junta tienen como referente La Caixa. El Gobierno andaluz desea tener un actor financiero de primer orden nacional. Manuel Chaves, vicepresidente del Gobierno y antes responsable del Ejecutivo andaluz, no ocultó ayer su satisfacción porque las negociaciones entre Unicaja y Cajasur vayan por "buen camino". El político desearía que "Andalucía dispusiera de una gran caja que pueda responder no solamente a los intereses regionales, sino que sea competitiva en la estructura financiera y productiva de España".
Ahora queda por ver cómo se encajará la "singularidad" de Cajasur en la nueva gran caja andaluza, que algunos ya han bautizado como Unicajasur. De momento, la Junta se ha mostrado dispuesta a modificar la Ley de Cajas regional para "facilitar" la fusión. Esto supone que se podría ampliar la presencia que las entidades fundadoras tienen en el consejo de administración de una caja y que hoy está limitada a tres puestos. Por el momento, Braulio Medel y su homólogo en Cajasur, Santiago Gómez Sierra, presentaron ayer el proyecto de fusión al Banco de España.