La gripe A desata la fiebre por las farmacéuticas
Las expectativas creadas por la vacuna contra el virus H1N1 mejoran la previsión de GSK y Novartis.
La sorpresiva aparición primaveral del virus H1N1 mueve ya mucho dinero. La urgencia de los gobiernos por frenar la pandemia ha mejorado notablemente la previsión de resultados de las grandes farmacéuticas europeas. Novartis y GlaxoSmithkline (GSK) tienen la misión de fabricar 170 y 166 millones de vacunas, de las que 36 millones son para España. Si funcionan, obtendrán unos 670 y 980 millones de euros, respectivamente. Sólo en el último trimestre, las acciones de Glaxo han subido un 12% y las de Novartis un 13%. En un año fatídico para la economía, el esperado compuesto químico contra la gripe A desata la fiebre por el éxito de antigripal entre las bolsas europeas.
Desde que el Gobierno español anunció la alerta sanitaria el 26 de abril, las previsiones han ido al alza. Si aumenta la facturación, el valor de mercado de Glaxo se elevará medio punto y el deNovartis subirá un 0,4%, según un informe del banco de inversión JPMorgan. Ante las predicciones, las farmacéuticas se muestran prudentes. Glaxo hará públicos sus datos del primer semestre esta semana, pero en la filial española de la compañía son positivos. En el caso de Novartis, admiten que sus ingresos experimentarán una notable subida entre finales de 2009 y primeros de 2010. Pero eso sí, insisten en la necesidad de ser cautos. Todo depende de la imprevisible mutación del virus. En principio, Sanidad calcula que los fármacos para tratar la gripe A no estarán listos antes de diciembre. Si la situación se vuelve insostenible, el proceso se acelerará para otoño.
El Ejecutivo español prevé pagar 266 millones de euros para tratar a cuatro de cada diez ciudadanos. Aunque no descarta ampliar el lote de vacunas, da prioridad a la población de riesgo. El precio está por determinar, pero Novartis fija una horquilla entre los 10 y los 15 euros. El proceso de fabricación durará de dos a seismeses y el fármaco se aplicará en dos dosis.
En cualquier caso, no estará todo dicho hasta los primeros ensayos clínicos, que serán, según anuncian las farmacéuticas, en otoño. Pero el Ministerio de Sanidad es claro: el beneficio tiene que ser superior al riesgo. No puede haber dudas. Si las Agencias del Medicamento hallan efectos adversos, el Gobierno paralizará la compra.
Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad reúne hoy a las comunidades autónomas en el consejo interterritorial. El encuentro coincide con los cien días de Trinidad Jiménez en el cargo. Un trimestre que ha estado marcado por la gripe A desde el principio y que volverá a centrar la agenda del día.
Y es que el mayor miedo entre la ciudadanía es que no haya suficientes vacunas. Sanidad matiza que cada país hace sus cálculos porque todo depende de la población de riesgo potencial -alrededor del 40%-. Es posible que antes de que lleguen los 22 millones de vacunas de Novartis y los 14 millones de Glaxo, ya haya miles de personas que hayan pasado el virus H1N1. De hecho, el ministerio no ve exagerado que sobren vacunas.
Mientras las grandes farmacéuticas preparan el antídoto, la previsión del Gobierno es que, a partir de 2012, los laboratorios Rovi también fabrique una vacuna española contra la gripe.
Hasta 400 millones de tratamientos Tamiflu
La farmacéutica Roche ha pasado de producir 5,5 millones de tratamientos Tamiflu entre 1999 y 2005 a 400 millones a nivel mundial en el último año. Un aumento espectacular que dio el estirón entre 2002 y 2005, cuando se duplicó su capacidad, pasando de 27 millones de tratamientos a un estimado de 55 millones. El célebre antiviral, que cuesta entre 6 y 15 euros, es el remedio que funciona mientras llegan las vacunas. España tiene una reserva de 13 millones de tratamientos de Tamiflu y Relenza (GlaxoSmithkline), pero el Gobierno prevé comprar tres millones de unidades más. Desde Roche informan que han incrementado "rápidamente" la producción de Tamiflu hasta un máximo de capacidad de 4.000 millones de cápsula. Y todo por efecto de la nueva gripe. Ante el imprevisible rumbo que puede tomar el virus H1N1, la compañía acaba de lanzar un programa de reparto de Tamiflu entre los países en desarrollo con un precio máximo de seis euros. Y es que las posibilidades de tratamiento se multiplican conforme el contagio crece. Por eso, la compañía Glaxo participa tanto en el diseño de la vacuna del virus como en la distribución de Relenza. Los buenos resultados de los antivirales se han repetido en las bolsas europeas para Glaxo. En el caso de Roche, el valor de su acciones ha subido un 6% en el último trimestre, prácticamente la mitad que Sanofi o Novartis y muy por debajo del notable 20% de aumento de AstraZeneca.