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La ONU cree que la autorregulación financiera ha quedado sepultada por la crisis

"Tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, los mitos de la autorregulación de los mercados y del Estado minimalista han quedado sepultados bajo los escombros de la crisis financiera". Así de tajante se ha mostrado hoy la Unión de Naciones de Comercio y Desarrollo.

"No se trata de volver al pasado y recuperar una planificación del desarrollo al viejo estilo, ni de aplicar el modelo de Estado desarrollista que caracterizó el milagro económico en Asia oriental, sino más bien de encontrar nuevas formas de gobernanza del desarrollo que sean adecuadas para el siglo XXI", han agrecgado en un comunicado.

Este nuevo Estado desarrollista con visión de futuro "otorgaría particular importancia a la aplicación del conocimiento y el aprendizaje tecnológico con fines de desarrollo y se preocuparía de promover el perfeccionamiento de productos y procesos y el aprendizaje de estos últimos, mediante nuevos diseños y diferenciación de productos", prosigue.

Por otra parte, "el Estado desarrollista del siglo XXI también debe ser democrático, en el sentido de crear y renovar los microfundamentos de la práctica democrática, con el propósito de encauzar las energías locales y de base para resolver los problemas de desarrollo y crear nuevas oportunidades de desarrollo", advierte el informe. "Además, debería integrar una amplia gama de modalidades y mecanismos de gobernanza del desarrollo en un modelo de economía mixta, a fin de aprovechar el aporte de la empresa privada, mediante la intervención pública, y lograr una visión nacional del desarrollo", añade.

El informe sostiene que la inversión pública es "esencial" para el desarrollo, pues contribuye directamente a la expansión de la capacidad productiva de la economía. Al invertir en sectores productivos como la agricultura y la infraestructura, así como en la salud y la educación, "el Estado contribuye a sentar las bases del crecimiento", asegura la UNCTAD.

"Esas inversiones pueden atraer inversiones privadas y elevar la productividad laboral y pueden además desempeñar un papel importante en la gestión de la demanda, pues tienen los mismos efectos anticíclicos que las medidas de estímulo que muchos países aplican ahora para hacer frente a la recesión mundial", continúa. "Además, la inversión pública permite que se asignen recursos a la lucha contra la pobreza, la generación de empleos, la reducción de las desigualdades y la diversificación de la economía", añade.

Políticas fiscales y monetarias

Según el informe, para lograr un nivel suficiente de inversión pública, es preciso que los Estados puedan movilizar ingresos fiscales, pero "los avances de los PMA en los últimos años son insuficientes". "Para reforzar su base impositiva, los PMA deberían abstenerse de liberalizar más el comercio, subir el IVA sobre los artículos de lujo, gravar con más impuestos las rentas altas y las empresas y reforzar los impuestos sobre la propiedad", manifiesta el organismo.

Aparte, la ayuda oficial para el desarrollo (AOD), importante fuente de ingresos para muchos PMA, "a menudo se ha encauzado mal y ha terminado sustituyendo los ingresos fiscales nacionales", dice el estudio. "Ante la crisis actual, se debería mantener (o en lo posible aumentar) la AOD, se deberían intensificar las medidas de alivio de la deuda y la asistencia se debería utilizar cada vez más para reforzar la infraestructura económica y la capacidad de los PMA de generar ingresos a nivel nacional", advierte la UNCTAD.

El informe afirma que la gestión macroeconómica actual de los PMA insiste demasiado en la política monetaria a fin de "luchar contra la inflación" y relega las políticas fiscal y cambiaria que fomentan "el crecimiento, el empleo y las exportaciones". Aunque, ciertamente, la inflación ha bajado, "las políticas monetarias restrictivas y los tipos de interés elevados han hecho inviables muchas inversiones", ya que, entre 2004 y 2006, 27 de los 49 PMA tenían tipos de interés superiores al seis por ciento anual (y en siete países al 15 por ciento), "mientras que en la mayoría de los países desarrollados se situaban por debajo del cuatro por ciento anual".

Aparte, en muchos PMA la política monetaria "se ve obstaculizada por el insuficiente desarrollo de los mercados y las instituciones financieras y la liberalización prematura de las cuentas de capital", se lee en el informe. "En general, el incipiente sector bancario privado no ha logrado encauzar el ahorro hacia inversiones productivas; antes bien, se ocupa de conceder préstamos al Estado a tipos de interés altos o de financiar inversiones de carácter especulativo en sectores de alto riesgo como el inmobiliario", advierte la organización.

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