Ordóñez suaviza las provisiones, pero exige actualizar las tasaciones

El Banco de España ha accedido a las peticiones de la banca, especialmente de las cajas, al aceptar que se suavicen las provisiones en caso de mora. La medida hará que el Fondo de Reestructuración del sector se use menos. El supervisor ha pedido a las entidades rigor al tasar el valor de los inmuebles que tienen como garantías.

El sector bancario español respiró ayer aliviado. El Banco de España ha atendido a una petición histórica sobre la forma de computar las pérdidas ligadas a la morosidad. Aunque la flexibilización en las provisiones no ha ido tan lejos como la industria -especialmente las cajas- había solicitado, la medida supone un balón de oxígeno para toda la banca.

El director general de regulación, José María Roldán, comunicaba el lunes por carta las patronales (Asociación Española de Banca, Confederación Española de Cajas de Ahorros y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito) el cambio de criterio, según adelantó ayer El País.

En concreto, el supervisor modifica las exigencias al provisionar créditos hipotecarios impagados. Hasta ahora, la entidad tenía un calendario para contabilizar progresivamente como pérdidas el crédito vivo fallido. Finalizado el plazo -al segundo o sexto año en función de la calidad del préstamo-, el banco o la caja debe registrar una provisión por el total del crédito y así reconocer que el derecho de cobro que tiene en cartera vale cero, sin tener en cuenta el inmueble que servía como aval de la operación.

Con la reforma, el Banco de España aclara que en el caso de "operaciones morosas que cuentan con garantía de bienes inmuebles, deberá tenerse en cuenta el valor de la garantía, aplicando los porcentajes correspondientes al importe de dichas operaciones que exceda del 70% del valor de tasación del inmueble".

De esta forma, el organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez reconoce que, aunque un particular o una empresa haya dejado de pagar la letra de la hipoteca durante varios años, la entidad financiera podrá recuperar buena parte del importe del crédito cuando ejecute la garantía y venda el inmueble.

La carta de Roldán especifica que esta medida sólo se puede aplicar a préstamos que cuenten con el respaldo de una hipoteca sobre una vivienda, una oficina, un local o una finca rústica. De esta forma deja fuera a los créditos a promotores, principal fuente de incremento de la morosidad bancaria desde el comienzo de la crisis.

Los efectos del nuevo criterio sobre provisiones no serán inmediatos, pero en 2010 pueden ser claves para la supervivencia de alguna entidad, según varios expertos. Tras la oleada de impagos en promotores, la morosidad que se avecina es la de particulares afectados por la crisis económica. Al establecer una interpretación menos rigurosa para la contabilización de las garantías hipotecarias, las cuentas de resultados no se verán tan afectadas y se mejorarán las reservas.

"Con la aprobación de esta medida, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria FROB no tendrá que utilizarse tanto, porque permitirá a las entidades tener menos pérdidas por mora y destinar más recursos a fortalecer sus balances", explican fuentes el sector.

Garantías "realistas"

El director general de regulación también advierte en su misiva a la industria de la importancia de valorar correctamente los inmuebles que se han ofrecido como garantía de préstamos "en un contexto como el actual".

Roldán pide a las entidades que realicen "una adecuada actualización de las tasaciones de manera que la relación entre el valor de la garantía y el saldo pendiente de las operaciones sea realista y no genere una imagen distorsionada de la cobertura que la garantía proporciona".

De este modo, la misiva de José María Roldán reclama a bancos y cajas que revisen el valor de los inmuebles sobre los que pesa una hipoteca, y los registren el precio de mercado actual.

Crédito al consumo

El Banco de España solicita también a las entidades que tengan presentes sus series históricas de morosidad en los créditos al consumo (tarjetas incluidas) porque, "en ocasiones", las provisiones fijadas en las circulares del supervisor "son insuficientes".

Alegría y suspicacias en el sector bancario

La relajación de la normativa sobre provisiones por morosidad, comunicada el lunes por el Banco de España, fue ayer muy bien recibida por el sector. La inmensa mayoría de entidades consultadas reconoció que es una medida positiva. Desde Banco Sabadell daban ayer "la bienvenida a las mejoras que se implementen en el sistema de provisiones actual", y añadía que "no hay que olvidar que este sistema es uno de los motivos por los que el Banco de España constituye hoy un referente por su marco regulatorio y de supervisión a nivel global".El director general de una entidad financiera de tamaño medio interpretaba la decisión como "una medida cautelar ante los incrementos de morosidad que se producirán en los próximos trimestres. Es un cambio positivo, aunque no deja de ser un parche", aseguraba. Fuentes de la CECA (una organización que llevaba años reclamando el cambio de criterio) afirmaba ayer que "es una medida excepcional, para tiempos excepcionales. Contribuirá a que fluya el crédito".Mientras tanto, el economista jefe de Citigroup en España, José Luis Martínez Campuzano, explicaba que la decisión del supervisor crea para la banca "un mayor colchón, lo que es importante en un contexto como el actual, donde no tienen muy claro cuál será el efecto final de la mora".La voz crítica la ponía el consejero delegado de una entidad quien, aún reconociendo que la medida es importante para el sector, se quejaba de que en cierta medida "se están cambiando las reglas en mitad del partido". En su opinión, de haber conocido hace tiempo que se iba a producir este cambio normativo, la política de concesión de préstamos de unos y otros habría sido diferente.