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Pequeños gigantes / Bimba y Lola

La exitosa carrera del galgo

La firma gallega Bimba y Lola, propiedad de las sobrinas de AdolfoDomínguez, se ha convertido en una de las empresas del sector textil con más empuje y potencial.

Sus vestidos, chaquetas, faldas, zapatos y demás complementos invitan a la búsqueda de un look de tendencia. El fenómeno de Bimba y Lola es el último capítulo de la saga de los Domínguez, una de las familias más exitosas del mundo de la moda de nuestro país.

El proyecto fue ideado por las hermanas María y Uxía Domínguez, hijas de Jesús Domínguez, socio fundador de Adolfo Domínguez y de la sociedad textil Lonia (propietaria a su vez de las marcas Purificación García y Carolina Herrera), y la tercera mayor empresa de moda de Galicia.

Ambas contaban con experiencia en el negocio textil cuando decidieron comenzar su nueva andadura de forma independiente y fundaron una sociedad dedicada al diseño y comercialización de prendas de vestir y complementos. "Bimba y Lola nació como una invitación a la mujer, con el ánimo de hacerla disfrutar del placer de vestirse, mezclar y combinar prendas en un gesto lúdico y femenino", cuenta Uxía Domínguez, presidenta y copropietaria de la firma gallega.

La facturación en 2008 alcanzó los 47 millones de euros, un 30% más que en el año anterior

Con la apertura de la primera tienda en Bilbao en 2006 y un capital inicial de tres millones de euros, la compañía personaliza el nuevo auge de la moda joven gallega y se ha convertido en la empresa española de confección de más rápido crecimiento. Desde entonces hasta ahora su proceso de expansión ha culminado con 90 aperturas -entre tiendas propias y franquicias- en el competitivo mercado nacional.

Sus espacios proponen a la mujer una fórmula que conjuga un universo de prendas y accesorios de calidad, reflejo de las últimas tendencias, a medio camino entre las grandes cadenas de ropa y las tiendas de lujo. "Bimba y Lola fue una de las primeras marcas en vislumbrar la oportunidad de ofrecer piezas de calidad y diseño a precios asumibles en un mercado -en especial, el de los accesorios- que iba cobrando cada vez más importancia", afirma Uxía. La firma se dirige principalmente a mujeres de entre 25 y 45 años con un nivel adquisitivo medio o medio-alto, y con un gusto por la moda y las últimas corrientes.

Las propuestas de la marca abarcan un amplio abanico de posibilidades que van desde la más reducida, como una horquilla de 17 euros, a la más elevada, como un abrigo de piel de 1.400 euros. Entre ellas, los bolsos se sitúan como el producto estrella y aportan el 34% de la facturación de la empresa.

Sus emplazamientos en las principales calles comerciales de prestigio de la distintas ciudades mantienen el espíritu de la marca, como sofisticación y diseño. Tiendas cuya estética evoca los atelier de costura parisinos: espacios íntimos, siempre revestidos de negro y con luces tenues. Las estanterías de madera envejecida que albergan sus colecciones de zapatos y bolsos se mezclan con vitrinas de metal, espejos enormes de cuerpo entero y chair-lounge de terciopelo dorado.

Expansión

El reconocimiento y los buenos resultados obtenidos precipitaron el deseo de las hermanas Domínguez de vestir a las mujeres más allá del territorio español y de acometer su implantación y la apertura de tiendas en las principales ciudades del mundo. La expansión internacional comenzó en Portugal con la inauguración en 2008 de las dos primeras tiendas en Lisboa y Braga. En la actualidad, la marca del galgo está presente con cuatro locales en este país. Posteriormente, marcharía hacia París, con otros dos establecimientos propios en la Rue Pavée y en Saint Honoré, en el centro del barrio más lujoso de la capital francesa -cerca del Palais Royal y el museo del Louvre-.

Malasia, en el sudeste asiático, fue el mercado elegido para fijar tres representaciones, dos de ellas en la mayor ciudad del país (Kuala Lumpur) y una tercera en un centro comercial del Estado de Selangur.

De acuerdo con los planes de desarrollo, Oriente Próximo es el nuevo destino escogido para seguir desarrollando la apertura de espacios comerciales de la marca. La cadena de los "caprichos", como la definen sus propietarias, ha abierto a lo largo de esta temporada cuatro tiendas en las ciudades de El Cairo, Riyadh, Jeddah y Kuwait.

Pese a la crisis, tiene previsto desembarcar durante la segunda mitad de este año, en la temporada otoño-invierno, en Pekín, con la inauguración de su primera tienda, y también en el mercado iberoamericano, en concreto, en México. De este modo, Bimba y Lola se encuentra ya presente, a sólo tres años de su creación, en siete países.

"Nuestros esfuerzos en el extranjero están orientados a crear una notoriedad de la marca, dándola a conocer a mujeres que desconocen nuestros antecedentes, pero que aprecian el producto de calidad. Somos conscientes de que hace falta tiempo para introducir la firma y, de momento, las señales que percibimos son de buena acogida", reconoce Uxía.

El rápido crecimiento del grupo que dirigen María y Uxía Domínguez no ha pasado inadvertido entre sus competidores y ha sorprendido al sector por la rapidez en la apertura de tiendas y el volumen de sus inversiones. Y es que parece que a la ropa y accesorios de esta firma no le ha afectado la caída generalizada del consumo.

Modelo de negocio

El éxito de la compañía radica en su modelo empresarial, basado especialmente en el diseño y desarrollo de los productos prototipo en la ciudad de Vigo (Pontevedra), donde se ubica su sede central y desde donde se distribuye a todo el mundo, mientras que la fabricación se externaliza, además de en España, a países como China, Turquía y Brasil.

El desafío que persigue la enseña gallega es presentar novedades de prendas cada semana, a través de un modelo de distribución en el que las colecciones no llegan de golpe a la tienda al comienzo de la temporada, sino que van saliendo paulatinamente al mercado para sorprender en diferentes momentos del año.

Hasta la fecha, la empresa ha invertido en su desarrollo 9,6 millones de euros y, a la vista de los nuevos proyectos, Bimba y Lola ha aumentado su capital social de tres millones a cinco millones de euros. La ampliación ha sido suscrita por los actuales accionistas y no ha supuesto la entrada de ningún nuevo socio, según fuentes de la empresa. "La operación obedece a las necesidades de crecimiento de la compañía", añaden.

La enseña de la segunda generación de los Domínguez facturó en 2008 un total de 47 millones de euros, lo que significa un incremento de un 30% con respecto al resultado obtenido el año anterior. Por su parte, la plantilla está integrada en la actualidad por un total de 350 empleados, entre equipo directivo, empleados de tienda y diseñadores.

Datos básicos

FRANQUICIAS El modelo de crecimiento de la firma gallega combina la tienda propia y el establecimiento de franquicias al 50%. A nivel internacional un mismo franquiciado gestiona todas las tiendas de un país, por ello se buscan socios con experiencia en el sector que posean estructuras logísticas y equipos habituados a ello. La diferencia entre las dos modalidades estriba en que en nuestro país la mercancía se envía en depósito a las tiendas, mientras que los franquiciados extranjeros deben hacer un pedido en firme de la colección.

OBJETIVOS El negocio, pese a no ser ajeno a la crisis, funciona, y por esa razón tienen previsto continuar con su ambicioso plan de crecimiento, llegando a alcanzar los 100 puntos de venta antes de que finalice el año. La razón que ha permitido el rápido desarrollo del proyecto de las hermanas Domínguez radica en que presentan una serie de elementos diferenciadores en un mercado tan competitivo y saturado como es el de la moda. Las creadoras admiten que la relación calidad-precio percibida por las clientas hace de sus productos objetos de capricho y ahí radica el éxito.

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