EE UU prepara una ley que regule los derivados
El Gobierno de EE UU ultima un proyecto legislativo para acabar con la opacidad del mercado de derivados y aumentar la regulación del sector, responsable en parte por la crisis financiera, dijo hoy Timothy Geithner, secretario del Tesoro.
En una audiencia ante el Comité de Agricultura y Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Geithner admitió que los riesgos asumidos en el sector de derivados fueron un punto ciego durante la crisis para el gobierno y los inversores.
"Teníamos datos insuficientes para juzgar en qué medida los problemas en una empresa significaban problemas en otra. Esta falta de visibilidad magnificó el contagio", reconoció el secretario.
El Gobierno de Barack Obama quiere terminar con esta situación colocando el mercado de derivados bajo la luz de la regulación. Específicamente, propone que las empresas emisoras de los contratos de derivados mantengan reservas de capital "conservadoras".
Actualmente no existen esos requisitos, con lo que compañías como American International Group (AIG) y Lehman Brothers pudieron vender ese tipo de seguros a diestro y siniestro en los años de amplia liquidez, pero fueron incapaces de resarcir a los compradores durante la crisis. AIG está a flote sólo gracias a más de 180.000 millones de dólares de dinero público y Lehman Brothers quebró.
Un derivado es un seguro financiero por el cual una compañía se compromete a resarcir a otra cuando cambia el precio de un bono, una acción, una divisa o el petróleo, por ejemplo, o cuando hay sequía y cae la producción agrícola. Este tipo de títulos financieros permite reducir el riesgo a la empresa que los adquiere.
Sin embargo, en la práctica durante la crisis se ha demostrado que los derivados aumentaron la vulnerabilidad del sistema, pues estaban exentos del tipo de normas a las que se somete a los productos bancarios tradicionales.
Geithner dijo hoy a los congresistas que los inversores "usaron los derivados para evadir la regulación o explotar lagunas y diferencias en regulación, o minimizar las consecuencias tributarias de sus estrategias de inversión".
El resultado fue un sistema financiero "más vulnerable al fraude y potencialmente la manipulación de los mercados", denunció. El sector de los derivados ha crecido de forma explosiva en la última década y el volumen de transacciones llegó a alcanzar los 700 billones de dólares en su punto álgido en el 2008.
El proyecto de reforma, que Geithner dijo que su Gobierno ultima para su envío al Congreso, forma parte de un paquete más amplio anunciado en junio que pretende endurecer la normativa financiera para prevenir otra crisis como la actual.
Según el plan, el Gobierno promoverá la creación de contratos "estandarizados" de derivados que se registrarán en un mercado electrónico central, en lugar de ser negociados de forma privada entre las dos partes.
Las empresas que extiendan contratos "a medida", es decir, no estandarizados, tendrán que mantener más reservas de capital para garantizar su capacidad de pagar por la protección que ofrecen, dijo Geithner.
Regularán el sector la Comisión del Mercado de Valores (SEC, en inglés) y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC, en inglés). El departamento del Tesoro está delimitando actualmente las atribuciones futuras de cada una de las dos entidades, informó Geithner.