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Medidas contra la crisis

Bruselas pedirá un test de estrés a los bancos o cajas que reciban ayudas

Las entidades financieras que reciban ayudas públicas para su reestructuración estarán obligadas a someterse a una prueba de fortaleza y a revelar sus activos tóxicos, según las directrices que Bruselas aprobará en los próximos días.

Se trata de la cuarta vez, desde el comienzo de la crisis financiera, que la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea dicta normas sobre el control de las ayudas (más de 310.000 millones de euros hasta ahora) concedidas al sector financiero.

En la nueva entrega, que la CE espera aprobar el próximo miércoles, el departamento de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, fija los criterios que aplicará para evaluar la reestructuración con dinero público de los bancos y cajas golpeados por la crisis. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aprobado esta semana por el Gobierno español parece cumplir todas las condiciones.

Las directrices de Kroes, a las que ha tenido acceso Cinco Días, supeditan la autorización de las ayudas a la presentación de un "exhaustivo diagnóstico" sobre los problemas de la entidad beneficiaria.

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Las pautas fijadas por Competencia añaden que "con el objetivo de diseñar una estrategia sostenible para devolver la viabilidad [a la entidad], se requerirá a los bancos que hagan un test de la fortaleza de su negocio".

El mismo documento prescribe también que "se requerirá , cuando corresponda, revelar sus activos dañados".

Las dos condiciones pueden ayudar a que al menos una parte del sector bancario europeo desvele por fin su verdadera situación de sus balances. Bruselas lleva meses reclamando esa información, pero ni las entidades ni sus Gobiernos parecen dispuestos a darla.

El Comité de Reguladores bancarios europeos (CEBS, en sus siglas en inglés) está llevando a cabo un test de estrés del sector financiero, pero a nivel global y con unos resultados (en septiembre), que serán confidenciales.

Algunos países de la UE son partidarios de hacer tests de estrés individuales, pero todavía no hay consenso suficiente para hacerlo.

El Banco Central Europeo, por su parte, ha calculado que, sólo en los 16 países de la zona euro, el sector bancario podría todavía registrar unas pérdidas de 214.000 millones de dólares hasta finales de 2010 como consecuencia, sobre todo, de los préstamos fallidos.

Aún así, el departamento del comisario de Economía y Finanzas, Joaquín Almunia, considera que la fase más aguda de la crisis en el sector bancario ya ha pasado. Su último informe recuerda que desde el tercer trimestre de 2008, las inyecciones de capital público en el sector han sido mucho mayores que la depreciación de sus activos, lo que ha ayudado a estabilizar la situación.

Fusiones

La CE cree que en la nueva fase de normalización las ayudas deben aspirar ya a la viabilidad a largo plazo de las entidades. Por eso, según las nuevas directrices de Kroes, Bruselas pedirá que los planes de reestructuración incluyan una comparación de varias opciones, incluida la división del banco o su venta a otro banco con capacidad de absorberlo.

La venta, llegado el caso, deberá hacerse mediante un concurso "transparente, objetivo y no discriminatorio que permita la igualdad de oportunidades para todas las potenciales ofertas de compra".

El periodo de reestructuración deberá ser "lo más corto posible", según las directrices. Pero la CE, consciente de la difícil situación que atraviesa el mercado, se muestra dispuesta a ofrecer un plazo de hasta cinco años para llevar a cabo la venta de activos o la fusión.

En situaciones normales, Bruselas no suele conceder más de dos o tres años para llevar a cabo esas operaciones.

Las claves

1. La reestructuración de un banco con fondos públicos deberá buscar su viabilidad a largo plazo.2. El coste deberá ser el mínimo posible para el erario público y la entidad deberá contribuir a su financiación, vendiendo activos si fuera necesario.3. La distorsión de la competencia que supone la concesión de ayudas públicas deberá corregirse con límites a la actividad o tamaño del banco socorrido.4. Las ayudas no podrán utilizarse para adquirir otros bancos ni para ofrecer mejores condiciones alos clientes de la entidad.

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