El Gobierno veta las peticiones de CEOE en el diálogo social
Una semana después de que el diálogo social entrara en barrena por la vuelta de la patronal a su programa de máximos, el Gobierno llamó al orden ayer a la CEOE para dejar claro que sus peticiones están fuera de la mesa del pacto social. La negociación tripartita, aunque frágil, continuará el lunes.
No hubo acuerdo. Pero tampoco nadie se levantó de la mesa. Lo cual no es poca cosa si se tiene en cuenta que las infructuosas negociaciones del diálogo social entraron en un callejón sin salida la pasada semana. Tanto es así que el propio ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, adelantó que la ansiada firma del pacto podría retrasarse hasta octubre, pese a que la fecha del 20 de julio era prácticamente oficial. Tanto el Gobierno como sus interlocutores buscaban un acuerdo de mínimos, y la fotografía correspondiente, antes del periodo vacacional.
Por eso sorprendió tanto la vuelta de los representantes de CEOE a sus máximas peticiones: una reforma laboral que abarate el despido improcedente y una rebaja de cinco puntos en las cotizaciones que pagan los empresarios a la Seguridad Social. Aspectos ambos que habían quedado fuera de la negociación después de que Zapatero se reuniera en mayo con los agentes sociales.
El presidente ha vuelto a intervenir esta semana para reconducir la negociación, mediante la mano ejecutora de Javier Vallés, director de la Oficina Económica de la Moncloa, quien ha orquestado una serie de encuentros bilaterales con los máximos representantes de CEOE, UGT y CC OO. El proceso concluyó ayer cuando la vuelta de los técnicos -incluido el de Cepyme- a la mesa tripartita culminó con un comunicado conjunto en el que los agentes sociales reiteran "su voluntad de seguir avanzando" en la consecución de un pacto que responda "a las necesidades coyunturales y estructurales" de la economía española.
"Hemos perdido una semana", resumían fuentes de la negociación. Efectivamente, las conversaciones retoman el punto en el que se encontraban el jueves pasado, con la salvedad de que el tiempo corre en contra de quienes buscan pactar en breve. No falta, incluso dentro de la patronal, quien afirma que este era el único objetivo del presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y que agotar el reloj de arena es parte de su estrategia para desgastar al Gobierno. Sea como fuere, los técnicos volverán a reunirse el próximo lunes.
El "diálogo reforzado" no logra un pacto en un año
"Si hay algo que puede dar confianza a los españoles, a la economía, a las empresas, a los trabajadores, es el ejercicio de responsabilidad de empresarios y sindicatos con el Gobierno". Con estas palabras anunciaba José Luis Rodríguez Zapatero, en julio de 2008, la intención del Ejecutivo y los agentes sociales de iniciar un "diálogo social reforzado" que aportara los mimbres necesarios para salir de la crisis. En la reunión tripartita de ayer, tras más de un año de negociaciones infructuosas, no se generó esa confianza. Una vez más, el pacto social no se firmó. El único fruto de más de doce meses de conversaciones ha sido el paquete de bonificaciones a la contratación aprobado por Trabajo sin el consenso de los agentes sociales. Medidas de poco calado que apenas han generado 3.000 nuevos empleos para parados y 22.000 contratos a tiempo parcial.