La producción industrial en Alemania da síntomas de recuperación
Alemania, el mayor exportador del mundo y una de las economías más afectadas por el desplome del comercio internacional, mostró ayer los primeros síntomas de que la recesión podría haber tocado fondo y que la salida a la crisis estaría más cercana.
La producción industrial, que sirve como indicador adelantado de lo que puede suceder en los próximos meses, registró un crecimiento del 3,7% en tasa mensual, lo que supone el incremento más alto desde agosto de 1993 y supera ampliamente las previsiones de los analistas, que habían estimado que como mucho se incrementaría en un 0,5%.
Este crecimiento, sin embargo, se convierte en una caída del 17,9% si se comparan los datos en tasa interanual. Pese a ello, se trata de una bajada mucho menos intensa que las registradas en el primer cuatrimestre, con descensos superiores al 20%.
Los expertos señalan que este repunte muestra los primeros signos de estabilidad, tras un primer trimestres en el que produjo un fuerte desplome de las exportaciones y de la inversión.
Otros indicadores apuntan en la misma dirección. Los pedidos en la industria manufacturera crecieron en mayo un 4,9%, el nivel más alto en ocho años, y la inversión en bienes de equipo se incrementó un 8,3% en el mismo periodo, impulsada por la mejora de los grandes fabricantes de coches.
Sin embargo, el Ejecutivo no ha variado sus previsiones macroeconómicas, con una caída del 6% para este año, la mayor desde la segunda guerra mundial. "La economía alemana está estabilizándose, pero todavía crece a un nivel muy lento", aseguró Stefan Bielmeier, economista jefe de Deutsche Bank, quién señaló que el sector industrial aún tiene exceso de capacidad. Por su parte, Jacques Cailloux, economista de Royal Bank of Scotland, estimó que el PIB alemán registrará otra caída en el segundo trimestre.