La división en CEOE y el desencanto sindical alejan el pacto social
Las negociaciones del diálogo social han entrado en barrena. El papel presentado el jueves por el Gobierno a patronal y sindicatos no gustó a ninguna de las partes. Ambas criticaron que el nuevo texto no incluyera ninguna novedad "más allá de algún retoque formal, pero absolutamente ningún contenido novedoso", según fuentes de la negociación. En dicha reunión, además, se puso de manifiesto la división interna de la patronal, que dio vuelta atrás en su propuestas.
La CEOE recuperó su programa de máximos: piden una rebaja de cotizaciones de entre tres y cinco puntos y la creación de un contrato "del siglo XXI" que abarate el despido. Esto causó sorpresa incluso entre los representantes empresariales de la pyme, lo que constata la división patronal entre los que quieren firmar un acuerdo de mínimos y los que prefieren no pactar si no hay una profunda reforma laboral. A su vez, los sindicatos salieron "muy decepcionados" porque el Gobierno no incluyó en su segunda propuesta la petición de que la renta para parados sin prestación dure un año -en lugar de seis meses- y dependa del Estado y no de las comunidades.
La inmovilidad del Gobierno, el regreso de la patronal a su posición inicial y el celo de los sindicatos en la protección por desempleo han enrarecido el ambiente de una negociación que aunque continuará la próxima semana se aleja de cerrar un pacto para el 20 de julio, como quería el Ejecutivo. Tanto es así, que los representantes sindicales han reclamado la intervención directa del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
La oferta del Gobierno
El borrador que el Gobierno ofreció a los agentes sociales -que apenas varía de la primera versión- incluye una nueva renta (450 euros) de seis meses para parados sin prestación y un recorte de 0,5 puntos en las cotizaciones sociales que pagan los empresarios.