Los inmigrantes cobran un 35% menos que los españoles
El salario de entrada de los inmigrantes al mercado laboral español se sitúa alrededor de un 35% por debajo del de los trabajadores españoles que se hallan en igualdad de condiciones, aunque esta brecha se reduce al entorno del 15% al cabo de 10 años y se mantiene después estabilizada en esa cifra, sin que se logre nunca una convergencia salarial plena.
Así lo asegura el Banco de España en su boletín económico del mes de junio, en el que constata que durante los primeros años de estancia en España, la diferencia salarial inicial entre los inmigrantes y los españoles se reduce de "forma relativamente rápida e intensa" para después estancarse más o menos en el mismo porcentaje.
De hecho, la institución gobernada por Miguel Angel Fernández Ordóñez calcula que en los primeros diez años, la brecha entre los salarios de los trabajadores extranjeros y los nativos se recorta 20 puntos, a un ritmo de dos puntos por año, siendo la reducción mucho más intensa en los primeros cuatro o cinco años de estancia en España, periodo en el que la diferencia salarial se acorta casi 15 puntos.
El patrón de asimilación salarial es muy similar en los primeros años tanto para los inmigrantes latinoamericanos y de los países de la ampliación, como para los trabajadores africanos llegados a España, si bien con el paso del tiempo éstos últimos son los que se llevan la peor parte.
En concreto, el Banco de España señala que durante los primeros cinco años los tres colectivos se comportan de forma similar, experimentando un "fuerte grado de asimilación" a los salarios de los españoles, pero a partir de ese momento el colectivo africano se estanca y no logra reducciones adicionales de su diferencia salarial.
A largo plazo, el mejor comportamiento lo muestran los inmigrantes procedentes de países latinoamericanos, que son los que más consiguen acercarse a los salarios de los trabajadores españoles, aunque el Banco de España precisa que debe tenerse en cuenta que los flujos migratorios de los países de la ampliación europea son aún muy recientes.
La movilidad reduce la diferencia
En cuanto a las razones que explican el proceso de asimilación salarial entre extranjeros y españoles, el Banco de España apunta que la mayor movilidad laboral del colectivo inmigrante tanto geográfica como sectorial influye en el recorte del diferencial salarial, aunque no es el factor determinante, pues sólo explica un tercio de la reducción.
Los otros dos tercios, añade la intitución, teinen que ver con la adquisición de habilidades y conocimientos específicos del mercado laboral español y con las ganancias de capital humano adquiridas dentro de las propias empresas.
Teniendo en cuenta que la productividad está relacionada con los salarios, el Banco de España concluye que el proceso de asimilación salarial de los inmigrantes podría contribuir a un mejor comportamiento de la productividad a medio plazo en la economía española.
"Desde una perspectiva a medio plazo, los intensos flujos migratorios recibidos por la economía española pudieran llegar a contribuir de forma positiva a la evolución de la productividad del trabajo en los próximos años en España", subraya.
No obstante, la institución que gobierna Fernádez Ordóñez advierte de que el "acusado deterioro" de la actividad económica, al estar "afectando especialmente" a los trabajadores inmigrantes, puede tener consecuencias directas sobre el proceso de acumulación de experiencia laboral y sobre el patrón de asimilación salarial.
En cuanto a en qué medida podría la segunda generación de inmigrantes (nacidos y educados en España) ayudar a la convergencia y asimilación salarial, las diferencias con respecto la primera generación no son muy grandes, pues la tasa de escolarización de los extranjeros es menor a la de los españoles y abandonan más prematuramente el sistema educativo, dos factores que podrían traducirse en un peor comportamiento salarial futuro.