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Buen gobierno

El Pacto Mundial adapta a las pymes su informe de progreso

La red española del Pacto Mundial acaba de lanzar una herramienta que tiene el objetivo de fomentar la transparencia entre las pymes y evidenciar el compromiso de éstas con la responsabilidad social. Se trata de un modelo adaptado a las pymes del Informe de Progreso que deben elaborar todos los firmantes del pacto anualmente.

Las pymes conforman la inmensa mayoría del tejido empresarial español. Por eso se multiplican las iniciativas para tratar de atraer a las empresas medianas y pequeñas hacia el movimiento de la responsabilidad social corporativa. El último de esos movimientos lo ha realizado la red española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que ha presentado una adaptación de la herramienta del Informe de Progreso a las características y necesidades de este tipo de entidades.

El informe de progreso es el instrumento a disposición de los firmantes de la iniciativa en España para comunicar los avances realizados en la implantación de los Diez Principios del Pacto Mundial. Se trata de pautas de conducta y acción en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción.

El informe de progreso consiste en un cuestionario en base a indicadores reconocidos internacionalmente que se publica en la página web del Pacto Mundial y ayuda a comunicar interna y externamente las políticas de responsabilidad social de las empresas. Es, en suma, una herramienta de transparencia para las empresas. Durante la presentación de la nueva herramienta, la semana pasada, el secretario del Pacto Mundial en España, Joaquín Garralda, la responsable del Programa de RSC de la Fundación Carolina, Isabel Roser y la analista del Pacto Mundial en España, Marta Tomás, aseguraron que, pese a las dificultades de las pymes para afrontar la implantación de los criterios de RSC, los beneficios para las empresas son considerables ya que mejora el conocimiento de los grupos de interés, la reputación, el control de riesgos y aumenta la ventaja competitiva. Roser destacó que hasta ahora la idea de que el desarrollo de políticas de RSC implicaba un gasto económico extra ha provocado una ralentización en la puesta en marcha de este tipo de políticas. Además, la escasa formación y motivación en la materia no ha hecho sino obstaculizar su implantación. Según dijo, "las amenazas a largo plazo deben ser tenidas en cuenta ya que pueden implicar costosas sanciones administrativas, pérdida de competitividad y de presión de clientes importantes".

Marta Tomás señaló que el fin de esta nueva versión para pymes es usar indicadores más sencillos, clarificar la definición de los principios y mejorar el diseño de la aplicación; "es decir, facilitar a las pymes, microempresas y otras entidades de menor tamaño a comunicar sus políticas y acciones en RSE, sin olvidar que este tipo de entidades representan ya el 70% de empresas firmantes del Pacto Mundial y el 45% de los Informes presentados".

El Pacto Mundial considera que la transparencia es una pieza básica en el engranaje de la RSC, "especialmente en tiempos de crisis en los que la confianza hacia las empresas se ha visto mermada por los diferentes grupos de interés". La red española de esta organización participa en el Grupo de Trabajo de Transparencia, Comunicación y Estándares de los Informes y Memoria de Sostenibilidad que el Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas ha puesto en marcha.

Informe obligatorio

Dos años después de su adhesión, todos los firmantes del Pacto Mundial han de presentar anualmente un informe sobre sus avances en la implantación de los Diez Principios relativos a derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y medidas anticorrupción.

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