Contratos laberínticos para astros del balón
Los derechos de imagen y la cláusula de rescisión han vuelto muy complejos los fichajes de jugadores.
Los contratos de los futbolistas antes tenían dos páginas. Ahora los de las estrellas no bajan de 10, llegan a los 16. Todo para que tanto los clubes como los jugadores saquen el máximo partido posible a los años de esplendor.
En el contrato laboral, que es el que se registra en la Federación Española de Fútbol, figura un salario que es común a los futbolistas de la plantilla, de varios miles de euros mensuales. Pero la parte gruesa de los emolumentos es la ficha, estipulada en un contrato privado. Ambos pagos tributan igual, al 43% (salvo para los que vienen del extranjero, que pagan el 24%). A veces también se incluye una prima para el futbolista por fichar por el club, que se paga en el primer año de contrato.
En otro anexo se fija el contrato de imagen, que tributa al 25% al hacerse a través de una empresa. "A veces es un salario encubierto", advierte Manuel Martín Domínguez, director del área de Derecho del Deporte del despacho Gómez-Acebo & Pombo. "El club tiene que demostrar que los explota realmente, si no, es un fraude de ley".
Ronaldinho gestionaba el 100% de su publicidad
Cuando el jugador lleva la camiseta del club, los derechos de imagen son para el equipo. La explotación de la imagen del jugador propiamente dicha se la suele quedar el club a cambio de una cantidad, aunque los más mediáticos (como puede ser el caso de Cristiano Ronaldo) prefieren mantenerlos en sus manos al menos en parte. Ronaldinho manejaba el 100% en el Barcelona, cuenta el agente Josep María Minguella; Beckham el 50%, y Zidane mantuvo el control de su web, añade Martín Domínguez.
Los jugadores están obligados a llevar la equipación oficial del club, aunque tengan contrato con otra marca; sólo pueden elegir libremente las botas.
Detalles que en épocas pasadas tenían mucho peso en el contrato, como la residencia, los billetes de avión para ver a la familia, o el coche del club, ya no se especifican si el salario es muy alto, señala Minguella. A veces el club presta automáticamente a cada jugador un coche de la marca con la que tienen contrato. Es el caso del Barcelona con Audi. "Cada año renuevan el modelo", añade Minguella. Las altísimas cláusulas de rescisión que dan tanto que hablar sólo obligan al jugador (aunque las acabe pagando el club que lo ficha). "Si un club quiere prescindir de un miembro de la plantilla basta con que pague dos mensualidades, salvo que se haya pactado otra cosa", explica Martín Domínguez. "En cualquier caso la indemnización es mucho menor". Es raro que un club prescinda de un jugador, al contrario que ocurre con los entrenadores, que sí se aseguran en muchos casos una indemnización alta por parte del club.
La UEFA y la UE llegaron al acuerdo de que cuando los jugadores pasen de 27 años y lleven tres años con el mismo contrato puedan rescindirlo unilateralmente. Sin embargo, luego se puede imponer una indemnización según el salario del jugador, como ocurrió con Matuzalem, que se marchó del Shaktar Donetsk al Zaragoza. El TAS, Tribunal de Arbitraje Deportivo, falló hace un mes que el Zaragoza debía pagar 13 millones por su fichaje. Es una de las opciones que se han planteado con David Villa, el delantero del Valencia y de la selección, pero en su caso su contrato fue renovado recientemente y tendría que esperar para acogerse a esta opción.
Otro tipo de contratos que suelen firmar los clubes son los de derechos de tanteo. Esta modalidad se ha dado mucho entre equipos españoles y latinoamericanos y a veces es una forma de aumentar la contraprestación que obtiene el club de origen. Cuando el Valencia fichó a Banega del Boca Juniors, firmó también un contrato de tanteo por tres jugadores de la escuadra argentina, Javier García, Sebastián Nayar, Christian Chávez, por el que pagó 4,9 millones de euros. Hasta final de 2012, cualquier oferta de otro club sobre estos tres futbolistas puede ser igualada por el Valencia. En caso de que ejerza su derecho, el equipo ché obtendría un 30% de descuento en el traspaso.
1,2 millones para el agente por la mejora
El representante de David Villa es José Luis Tamargo, a través de la empresa Tamargo Asesores de Fútbol, SL. Según los contratos, Tamargo cobró 1,2 millones (más IVA) del Valencia CF por gestionar la contratación de Villa al Zaragoza en 2005.Un año más tarde, Tamargo y el Valencia volvieron a firmar un acuerdo por el que el agente se comprometía a negociar la ampliación y mejora del contrato de Villa en el club. Tamargo cobró otros 1,2 millones por esa mejora.
Dos casos prácticos: Villa y Albiol
David Villa, en el contrato de ampliación que firmó en 2007 con el Valencia (que después fue mejorado), recibía ficha o "prima anual", sin vinculación a ningún logro concreto, de 1,29 millones de euros. Además, en el caso de clasificarse para la Champions League, recibía otros 225.000 euros al año. Todas son cifras netas. Es el Valencia quien se hace cargo de los impuestos derivados. l En el contrato federativo se establece la cláusula de rescisión. En el caso del mencionado jugador asturiano, 150 millones de euros. La crisis ha puesto estas cifras muy lejos de la realidad.Los derechos de imagen de Villa los negocia con el club la Sociedad de Imagen Villa Sánchez SL, de la que es administrador el jugador.En el contrato de imagen se especifica que la explotación de los derechos queda en manos del club a cambio de 386.670 euros brutos anuales, más 65.000 si hay Champions.Hay que definir cuánto cobra cada uno cuando se firma, por ejemplo un anuncio. Villa está prestando su imagen a Cepsa. De la cantidad que cobre, el 70% será para él si ese anuncio se lo ha buscado su agente. El 30% sería para el Valencia. Si la gestión ha sido del club, los porcentajes se invierten.Este caso contrasta con el de su ya ex compañero Raúl Albiol, fichado por el Real Madrid. Criado en la cantera del Valencia, cobraba 2,05 millones en la temporada 2006-07, que crecieron progresivamente hasta los 2,8 millones que habría cobrado en 2011 de haber seguido allí. Eso sí, brutos; además, sus derechos de imagen estaban cedidos al club. Su cláusula de rescisión era de 60 millones, pero el Madrid lo ha comprado por 15.