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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Escenarios de drama para Figueruelas

Si los políticos y los sindicatos no logran elevar el cupo de 320.000 vehículos, en Figueruelas sobran entre 1.600 y 2.000 empleos.

General Motors hizo de la planta zaragozana de Figueruelas su joya de la corona. La convirtió en su fábrica líder en capacidad productiva, concentró en ella las mayores inversiones y le adjudicó tres de sus modelos con mejor mercado.

Pero, ahora, los proyectos presentados por los aspirantes a hacerse con la propiedad de la factoría dibujan escenarios distintos y muy preocupantes. Primero fue la italiana Fiat, que barajaba reducir hasta el 40% la producción. Y ahora, el plan expuesto por Magna, para seguir con su opción de compra, también presenta un escenario de drama para Figueruelas.

Es cierto que, hoy por hoy, nada está firmado. Incluso Magna está a tiempo de retirarse y podría entrar en liza y hasta una General Motors repuesta del colapso. Pero lo preocupante es que, salvo esta última, nadie alienta planes de expansión como los que se escuchaban hasta hace dos años. Muy al contrario, se respira una atmósfera de que las inversiones futuras se orientarán hacia las plantas rusas y el activo papel que está jugando el Gobierno alemán no alienta, precisamente, el que Figueruelas pueda hacerse con producciones de las plantas de ese país, en base a criterios de costes estructurales netamente favorables para la fábrica de Zaragoza.

Líneas maestras del plan

Las líneas maestras del plan expuesto por Magna perjudican claramente a Figueruelas. Si la presión política y los sindicatos no logran elevar la cifra de 320.000 vehículos manejada como referencia, en la planta zaragozana sobrarían entre 1.600 y 2.000 empleos. Es el cálculo que se deduce de la aplicación de reducir el 34% sobre la producción de 2007. Pero lo más grave es que, según los planteamientos económicos que se vienen barajando, Figueruelas no sería una planta rentable por debajo de los 400.000 coches. Y ya se sabe lo que acaba sucediendo con los negocios que no rinden beneficios.

En ese contexto, el futuro de la planta zaragozana pasa, ineludiblemente, por captar las nuevas generaciones del Meriva y del Corsa. General Motors tenía claro que ambos modelos debían ser para Figueruelas. Ahora sólo parece decidido lo del Meriva y, a cambio, el Gobierno de Aragón deberá hacer efectivo su aval de 200 millones y el Gobierno central aportar otra cantidad, al menos, de similar cuantía.

Los problemas no acaban aquí. La canadiense Magna exige a las plantas europeas de Opel un ahorro de 265 millones de euros hasta 2014 y ha pedido a los sindicatos que lo asuman. Las partidas generadoras de este ahorro serán los costes laborales y de organización del trabajo. En ambos conceptos llueve sobre mojado en Figueruelas, donde los trabajadores ya efectuaron concesiones para lograr la adjudicación del actual Meriva (aunque las exigencias de GM Europa fueron moderados) y llevan dos ERE a sus espaldas. Magna quiere empezar desde cero y esta amnesia no gusta nada a los sindicatos.

Inyección de capital

Otra cuestión importante es la inyección de capital necesaria para hacerse con las 11 plantas (8 de montaje y 3 de componentes) de la nueva Opel. Según las cifras que se manejan, Magna necesitaría en torno a los 4.000 millones de euros, que, en principio, deberían ser avalados por los Gobiernos donde se ubican las fábricas. El mayor contribuyente debe ser Alemania, donde se concentra prácticamente la mitad de los más de 50.000 trabajadores continentales. Pero tampoco es descartable la intervención de la propia Unión Europea porque, en la práctica, Opel está ocupando a trabajadores de prácticamente todos los países asociados. Estas ramificaciones elevan este problema a nivel general.

El ministro español de Industria, Miguel Sebastián, ya consideró que la fábrica de Figueruelas sería el problema prioritario dentro del sector del automóvil para su departamento. Se está jugando el futuro de una fábrica líder en Europa (por productividad, por producción, por inversiones, por tecnología) y su retroceso sería retroceder en todos esos ámbitos, no sólo a nivel de la comunicad de Aragón, aunque sería Zaragoza la que recibiera el golpe más duro. Así que urge cambiar el escenario porque, desde la reunión con Magna, el tiempo ya no juega a favor.

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