La confianza de los particulares en la Bolsa se mantiene intacta
En el año 2008, la participación de los inversores particulares en la Bolsa española ha ganado una décima respecto al año anterior, situándose así en el 20,2%, según el Informe sobre la estructura de la propiedad de las acciones cotizadas en 2008 publicado hoy por el Servicio de Estudios de BME.
El informe refleja también una reducción generalizada de la participación del sector financiero (bancos y cajas, fondos, pensiones y seguros), un aumento significativo del peso de los inversores extranjeros hasta su nivel máximo desde que se calculan los datos y una leve alza de las empresas no financieras.
En 2008, la participación de los inversores individuales (sector familias) gana una décima respecto al año anterior y se sitúa en el 20,2%. Tras la significativa corrección experimentada en 2007, el conjunto agregado de los inversores individuales ha mantenido su participación en Bolsa durante los momentos de inestabilidad que ha vivido el mercado a lo largo del año.
De acuerdo con el último trabajo sobre la propiedad de acciones en Europa publicado por la Federación Europea de Bolsas (FESE), elaborado con datos relativos a 2007, la participación de los inversores individuales en la Bolsa española sigue siendo muy superior a la media europea y, con los datos hechos públicos hoy, esta posición se mantendrá en 2008.
El valor de la participación en acciones españolas cotizadas del conjunto del sector financiero, que incluye bancos, cajas, fondos de inversión y pensiones y aseguradoras, se sitúa en el 15% de la capitalización al cierre del año 2008, 2,6 puntos menos que al cierre del año 2007 y 8 puntos menos que su nivel máximo alcanzado en el año 1997.
Según el informe, "la pérdida de participación relativa a lo largo del año 2008 revela las fuertes desinversiones netas realizadas por las instituciones financieras españolas para hacer frente a la profunda crisis de liquidez".
La pérdida de peso relativo del sector financiero nacional se ha visto compensada, sobre todo, por los inversores no residentes que aumentan significativamente su participación en la propiedad de acciones. El 38,5% del valor de las compañías españolas cotizadas está en mano de inversores extranjeros, la cifra más alta desde 1992, año en el que comienzan a calcularse estas estadísticas. La participación de no residentes siempre se ha mantenido por encima del 30%, al reflejar la integración de la economía española en el ámbito internacional y la confianza de los inversores en el mercado español. "Este efecto es consecuencia, en parte, de la toma de control de empresas españolas importantes en términos de capitalización por compañías extranjeras, como ha sido el caso de la eléctrica Endesa por parte de la italiana Enel", afirma el informe del Servicio de Estudios de BME.
También las empresas no financieras aumentan ligeramente su posición relativa como propietarias de acciones de empresas cotizadas en la Bolsa española. El 26% que alcanzan al cierre de 2008 es máximo desde 1992, tras el continuado aumento de los últimos años por las tomas de participaciones cruzadas entre empresas cotizadas, incluso de distintos sectores.