Fomento y la Xunta pactan que la primera línea del AVE a Galicia esté lista en 2011
El Ministerio de Fomento y la Xunta de Galicia fijaron ayer el nuevo escenario de ejecución del AVE en esta comunidad autónoma. Los trenes de alta velocidad empezarán a funcionar a finales de 2011 con el objetivo de que la red esté completada en 2015.
Así lo aseguró el titular de Fomento, José Blanco, que anunció licitaciones y adjudicaciones para esta infraestructura por un importe de 4.678 millones de euros entre 2009 y 2010, "lo que constituye el mayor impulso dado a un AVE en España en tan poco espacio de tiempo".
Blanco precisó que en 2011 se pondrá en marcha la primera línea de alta velocidad en Galicia, que unirá las ciudades de Orense y Santiago de Compostela, y que en 2012 estos trenes conectarán las principales ciudades gallegas.
El ministro de Fomento realizó este anuncio en una comparecencia conjunta con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, tras la reunión que ambos mantuvieron ayer en el Ministerio. Para cumplir esos plazos, Fomento encargará a Renfe nuevos trenes AVE, fabricados a partir de un prototipo diseñado por Talgo que permite circular a alta velocidad por vías de ancho convencional y sin electrificar. Según los cálculos de Fomento, la puesta en marcha de estos trenes permitirá recortar en tres horas el actual tiempo de viaje en tren entre Madrid y A Coruña, dejándolo en cuatro horas y media.
El presidente de la Xunta de Galicia se mostró altamente satisfecho con los acuerdos alcanzados en la reunión, que se plasmarán en las próximas semanas en un protocolo que contemplará los plazos y la inversión que se acometerá para ejecutar las obras.
Feijóo también trasladó al titular de Fomento lo que consideró puntos irrenunciables en las relaciones entre el Estado y Galicia. El primer lugar, la aprobación de una partida de 2.000 millones de euros "presupuestados por el Gobierno de Zapatero para Galicia y no ejecutados hasta el momento", así como la puesta en marcha "inmediata" de una comisión de seguimiento de las infraestructuras del Estado en Galicia. Por último exigió garantías para que ninguna ciudad gallega se quede "sin conexión" con la meseta".