La Bolsa intradía
Ya no quieren a Wall Street.
La crisis económica mundial está derribando los símbolos del mundo financiero. Wall Street, que debe su nombre al muro que delimitaba los confines de la antigua Nueva Ámsterdam, ha sido durante más de un siglo la meca del capitalismo. Pero al distrito financiero de Nueva York ya no le quieren tanto como antes. Un alto ejecutivo de una conocida firma financiera que lleva 30 años reclutando empleados comentaba esta semana la situación de una célebre escuela americana de negocios: "Hasta ahora Wall Street parecía la respuesta a todas las preguntas. El 40% de los alumnos querían trabajar allí. Este año sólo un 10% están interesados". Toda crisis encierra una oportunidad, pero ésta parece que ya no pasa por las calles del bajo Manhattan.
La nueva etapa que se abre en Endesa después de la reunión del consejo de administración y la junta de accionistas que se celebrarán mañana jueves cuenta con varias derivadas. No se trata sólo de la salida de Acciona de su accionariado o del anunciado abandono por parte del histórico directivo Rafael Miranda del puesto de consejero delegado. Las bajas en la dirección serán antes o después más numerosas y la toma de la gestión de la empresa española por parte del nuevo equipo directivo más evidente. Pero no quedará ahí. En medios del mercado se señala que el grupo presentará un nuevo plan estratégico, que, además de centrar los objetivos empresariales, se intentará que sirva para poner en valor a una compañía que pierde en el año un 19,43% hasta 16,40 euros, cifra muy lejana de los 41 euros que abonó para hacerse con el control de la eléctrica. Los objetivos posteriores dependerán de la evolución de los títulos, pero Enel sin nadie que le dispute el poder, como ocurre ahora, puede controlar sin problemas Endesa y a sus filiales latinoamericanas -otra de sus metas preciadas- por debajo del 92% del capital.