Santander exprime al máximo la junta
Los mensajes lanzados por Emilio Botín en la junta de accionistas celebrada el pasado viernes tuvieron un efecto vivificador en las acciones de Santander, que se apuntó ese día una subida del 5%, aunque ayer se disolvió casi por completo, con un descenso del 3,8%. "El efecto positivo de lo dicho en la junta ya se reflejó en el valor el viernes, sigue siendo algo aventurado comprar ahora", señala Nuria Álvarez, analista de Renta 4.
Santander no hizo anuncios que no estuvieran en línea con lo que esperaba el mercado y declaró su objetivo de mantener en 2009 el beneficio neto logrado en 2008, de 8.876 millones de euros, y destinar una cuantía similar a la del pasado año al pago de dividendo, lo que supone conservar el pay-out en el 50%, aunque ello implique un descenso en el beneficio por acción a consecuencia de las ampliaciones de capital. "Llama la atención un objetivo de beneficios tan claro en un momento en que la falta de visibilidad en los resultados del sector es tan grande. Veremos ajustes en las previsiones del mercado sobre Santander, aunque ya están en gran medida descontados en el precio de la acción", señala un analista de banca.
Por lo pronto, y en respuesta a los mensajes lanzados en la junta de accionistas, Citi ha sido el primero en elevar el precio para los títulos de Santander de 8,5 a 9,25 euros, lo que entraña un potencial de revalorización del 14,3% respecto al precio de cierre de ayer, en los 8,09 euros. La firma estadounidense ha elevado sus previsiones de beneficio por acción para este año y el próximo en un 15%, como consecuencia de un entorno de mercado más favorable en el último trimestre y a una rebaja en la estimación de las provisiones que serán necesarias para cubrir la morosidad. De hecho, el banco maneja un escenario más optimista para la morosidad. Si hace seis meses esperaba cerrar 2009 con una tasa en España del 4,5%, ahora esa previsión es del 3,5%. Y según declaró Botín en la junta "probablemente hayamos visto ya lo peor de esta crisis financiera".
Por ahora, los analistas siguen cautelosos respecto a la acción, aunque se entreabra una sensación ligeramente más positiva. "Recomendaríamos esperar a que se absorba el efecto Junta para reforzar posiciones", señalan en Ahorro Corporación.
Prudencia en las promesas para este año a los accionistas
Santander no quiso arriesgar en sus promesas y los discursos ante la junta no se salieron del guión de mantener lo alcanzado el año pasado. Ni siquiera quiso redondear en los 9.000 millones de euros la cifra del beneficio neto para este año. No en vano, el banco tuvo que renunciar en 2008 al objetivo de ganancias que había previsto, en los 10.000 millones de euros. Y a pesar de que había declarado que no haría ampliaciones de capital, recurrió a una por importe de 7.200 millones en el pasado mes de noviembre. Como en otras ocasiones, Botín insistió en que el beneficio se logrará sin recurrir a nuevas compras, aunque el mercado no se atreva a descartar sorpresas.