Los empleados prefieren un seguro médico a más sueldo
La crisis económica está haciendo mella en la industria de los seguros de salud, a pesar de ser una de las pólizas más valoradas por los ciudadanos. De hecho, beneficia ya a nueve millones de españoles. Los datos del primer trimestre de 2009 anuncian una reducción en el número de contratos del 1%, aun cuando el 80 % de los asegurados considera su póliza buena o muy buena y sostiene que prefiere reducir el gasto en ocio, viajes y gimnasio antes que en salud. Es, además, el beneficio social más apreciado entre aquellos que ofrecen las empresas. A la pregunta ¿seguro de salud o incremento salarial? Los empleados con esta ventaja laboral no dudan: seguro de salud, dice el 70%.
æpermil;sta es una de las principales conclusiones del último Barómetro SegurCaixa que ayer se presentó en Madrid y Barcelona. El estudio (1.200 entrevistas a personas con seguro y personas sin él) analiza cuáles son las principales fuentes de valor aportadas por este tipo de pólizas, así como cuáles son las percepciones de la sociedad respecto a la sanidad pública y privada.
Una de las opiniones más significativas es que cuenta con el respaldo mayoritario de los trabajadores con derechos de empresa. El 24% lo considera el beneficio social más relevante, seguido de los planes de pensiones (16%), planes de jubilación (16%), formación (13%) y seguros de vida o accidentes (13%). Incluso entre quien no lo disfrutan, es el segundo beneficio más valorado, detrás de los planes de jubilación. El precio medio de los seguros privados contratados a través de las compañías es de 45 euros. Casi el 40% de los encuestados que no tienen seguro y muestran interés en contratarlo pagarían entre 26 y 50 euros mensuales.
En cuanto a su comparación con la pública, la privada saca ya ventaja. Allí donde aquella tradicionalmente ganaba, ésta obtiene mejores resultados: en equipamiento diagnóstico (77% frente a 73,6%), en calidad de los tratamientos complicados (67,8% frente a 66% de la pública), en formación de los médicos y el personal sanitario (82,5%) y en recursos disponibles en los centros sanitarios (70,5% frente a 47,9%). El servicio peor valorado de la privada es el coste de los medicamentos. En la pública, el tiempo de espera para operaciones.
Según se desprende del informe, los asegurados confían en el sistema público especialmente para los casos complicados y recurren a la sanidad privada porque dispone de más flexibilidad horaria, los tiempos de espera son menores y permite la elección de médico.
En la sanidad pública el consumo que se hace de los servicios es el siguiente: centros de atención primaria, 4,5 consultas al año, especialistas, tres veces al año y pruebas diagnósticas, 2,5 veces al año. En la privada son, respectivamente, 3,7, 3,5 y 3,4 veces anuales.
Sólo la mitad de los ciudadanos no dispone de un seguro privado porque "la Seguridad Social cubre mis necesidades", pero el 49% reconoce que simplemente no lo contrata por razones económicas: "Es muy caro".
El 46% de los entrevistados considera que, a futuro, la sanidad pública necesitará el complemento de la privada y el 72% de los españoles defiende que el importe del seguro de salud desgrave en la declaración de la renta.