La patronal calcula que la construcción crecerá un 3,7% en 2010 si se invierten 30.000 millones en obra pública
El presidente de la asociación que agrupa a las grandes constructoras (Seopan), David Taguas, calculó hoy que la actividad del sector de la construcción crecería el 3,7% en 2010 si el Gobierno aplicase el plan de inversión de 30.000 millones de euros en obra pública propuesto por la patronal.
Durante su intervención ante la asamblea de la Federación de la Industria Europea de la Construcción (FIAC), Taguas aseguró que si el Ejecutivo no adopta las medidas necesarias para impulsar la inversión en infraestructuras la actividad del sector caerá el 11% en 2010.
El ex director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno ha propuesto a las Administraciones Públicas una inversión en infraestructuras para el periodo 2009-2012 de 30.000 millones de euros, de los que dos terceras partes podrían financiarse con capital privado.
Taguas recordó que la actividad constructora en España cayó el 5,1% en 2008, aunque insistió en que todavía el peso del sector "es muy importante" y supone el 12% del empleo total.
La patronal de la construcción pronosticó que si no se toman nuevas medidas estabilizadoras, "la actividad económica en España seguirá siendo fuertemente negativa en 2010".
Seopan prevé que la actividad caerá el 3,4% este año, dos décimas menos de lo previsto por el Gobierno.
No obstante, la patronal constructora espera que la economía crezca en 2010 en torno al uno por ciento, lo que supone una "diferencia notable" respecto a la caída del 0,3% calculada por el Ejecutivo, dado que la patronal contempla un escenario en el que se hayan implementado medidas estabilizadoras de la actividad y del empleo.
En cuanto al empleo, Seopan prevé que la situación toque fondo en el primer trimestre de 2010 para ir moderándose posteriormente y acabar el año con una creación neta de empleo cercana a los 250.000 puestos de trabajo que llegarían a los 400.000 en 2011.
Impulso a la oferta y la demanda
Para ello, insistió, es necesario poner en marcha un paquete de medidas destinadas a impulsar la oferta y la demanda, entre las que destaca el citado plan de inversión en infraestructuras, así como la reestructuración del sistema bancario y acometer reformas estructurales en el mercado del trabajo, atajando el desempleo y la temporalidad.
Asimismo, abogó por implantar un paquete fiscal que asemeje los efectos a los de una devaluación monetaria así como por bajar los impuestos del trabajo aumentando los del consumo.
También es necesario "dar una solución al sector residencial" con la que "ganar tiempo", dado que en la actualidad no pueden transformar el suelo que tienen en cartera para poder edificar en él y, sin embargo, deben seguir haciendo frente a los créditos con los que financiaron su compra.