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Ciencia

Cuando la naturaleza habla en ecuaciones

Los antiguos lo denominaron proporción áurea o número divino. Fueron ellos los que descubrieron que la naturaleza es inteligible, que en las proporciones de los lados de una hoja, en la espiral que describe la concha de una caracol o en los anillos que surgen tras la poda de una palmera hay una misma y enigmática constante numérica.

"Se puede ver la belleza de las matemáticas en la naturaleza a poco que nos esforcemos en ello", asegura Antonio Elipe, director del Instituto Universitario de Matemáticas (IUMA), ya que está presente en casi todo lo que nos rodea. Así, la famosa cita de Newton -"la naturaleza está escrita con el lenguaje de las matemáticas"- se ha vuelto a poner de relieve estos días en el Congreso Matemáticas y fuego, celebrado en Zaragoza, en el que diferentes científicos han expuestos modelos matemáticos que permiten predecir el comportamiento de los incendios.

En la jornada del martes, por ejemplo, se abordó un caso concreto sobre la propagación de incendios: el de las Torres Gemelas de Nueva York. En una parte de la pantalla de la sala se podía ver el suceso en tiempo real y cómo evolucionaban las llamas, y en la otra parte de la pantalla los cálculos hechos por el ordenador en función de la temperatura, la cantidad de queroseno que llevaban los aviones o el viento que se registraba en esos momentos en la ciudad, y se pudo observar cómo había prácticamente una coincidencia.

Como explicó el director del IUMA, las matemáticas nacieron con una función aplicada, por ejemplo, para poder contar las ovejas que se poseían, y en la actualidad se siguen aplicando para multitud de funciones básicas para la sociedad.

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