La Bolsa intradía
El hombre contra la máquina, en versión bursátil
El año en el que la industria del cine trata de exprimir los últimos restos de la saga Terminator, en la industria de valores libra una batalla real entre el hombre y la máquina. A medida que el inversor final ha huido del mercado como alma que lleva el diablo, los programas de intermediación automáticos han ganado peso relativo en el mercado. Un ejemplo: compra el mínimo. Cuando un valor hace mínimo intradía hay inversores cortos que entran en el valor; pues bien, existen programas que tratan de identificar cuándo estos mínimos desatan posiciones cortas para hacer exactamente lo contrario: meter dinero en el mercado para revertir las ventas cortas y forzar un tick hacia arriba. Cuestión de céntimos, pero en muy poco tiempo. Es un ejemplo, probablemente uno de los más sencillos en el complejo mundo de la inversión cuantitativa, de cómo ganar con el trading automático. Pero la generalización de este tipo de inversiones tiene sus riesgos, sobre todo cuando el inversor final está ausente. En Terminator las máquinas desataban una guerra nuclear para acabar con la humanidad. La Bolsa ha tenido varios días del juicio final en los últimos meses, pero un nuevo episodio de volatilidad extrema no ayudaría demasiado a la recuperación.
La banca de inversión vuelve a mirar hacia las salidas a Bolsa
La tregua que han dado las Bolsas en los últimos tres meses ha animado a la banca de inversión a plantearse retomar la actividad en uno de sus filones de negocio: las salidas a Bolsa. Los ejecutivos del sector reconocen que han mantenido reuniones con responsables de algunas compañías españolas para mostrarles las virtudes que tendría su debut en el mercado y cómo puede haber llegado el momento de que estos planes sean viables, aunque reconocen que no prevén que ninguna empresa se atreva a dar el paso este año. La última en dar el salto fue Renovables, en diciembre de 2007.