¿Qué pasa con los bonos?
Mientras en las Bolsas vivimos unas semanas de cierta tranquilidad, con subidas moderadas y volatilidad a la baja, el mercado de bonos está en plena tormenta. La rentabilidad del bono americano a 10 años ha pasado del 2,20% de principios de año al 4%. Esto supone una caída en el precio de los bonos de un 13% aproximadamente, pues en los bonos que son instrumentos de renta fija (cupones fijos), mayor rentabilidad se logra bajando el precio.
Si bien este tipo de caídas no es extraña para los inversores en Bolsa, sí lo es para los de renta fija pública, que suelen gozar de mucha más tranquilidad.
Para los pregoneros del Apocalipsis este movimiento ha sido la excusa perfecta para volver a la carga con sus soflamas: insolvencia de EE UU por el incremento del déficit público, inflación al estilo Zimbawe al tener que monetizar la deuda (imprimir billetes), colapso del dólar
Hace unas semanas el sistema financiero estuvo al borde del colapso. Una posibilidad era haberlo dejado caer y reconstruirlo desde las cenizas. Otra, menos traumática era poner encima de la mesa el mayor plan de estímulo fiscal y monetario de la historia. Se optó por esta segunda, y hoy, aunque todavía es pronto para cantar victoria, parece que con cierto éxito, como puede verse en la cantidad de verde que está brotando.
Lógicamente las autoridades americanas deben tener previsto un plan de salida, ya que el recurso a la política fiscal y monetaria no puede ser indefinido, pero también deben evitar la tentación de quitar el pie del acelerador y frenar la recuperación demasiado pronto.
Aunque cueste creer, lo que está sucediendo en el mercado de bonos se explica mejor como una vuelta a la normalidad. Los tipos han vuelto a los niveles pre-Lehman, mientras la rentabilidad real (descontándoles las expectativas de inflación), está incluso bajando. Poco probable si lo que estuvieran previendo fuera la insolvencia del tío Sam. Los bonos, por tanto, parece que han pasado de descontar un escenario deflacionista, a una inflación moderada para los próximos años. En definitiva, buenas noticias por ahora. Socio director de Abante Asesores
Joaquín Casasús. Socio director de Abante Asesores