Español dimite de presidente de La Seda y cede la gestión a Caixa Geral
Rafael Español presentó ayer su dimisión como presidente de La Seda tras la rebelión iniciada la semana pasada por los dos accionistas portugueses, Imatosgil y Caixa Geral. Esta última entidad ha asumido la gestión al aportar 25 millones de euros para aliviar la tesorería de la empresa.
El primer asalto por el control de La Seda se saldó ayer con la dimisión del presidente, Rafael Español, para calmar los ánimos de los dos principales accionistas: Imatosgil y Caixa Geral. El frente abierto entre estos socios de referencia, a los que hay que sumar Oman Oil y la sociedad inversora Liquidambar (entre todos suman el 19,36% del capital), y los cuatro consejeros históricos de la compañía se saldó sin más cambios.
La reunión del consejo iniciada al mediodía de ayer seguía al cierre de esta edición, aunque a media tarde trascendió el relevo de Español en el cargo, asumido en noviembre de 1993 (entró como director general en marzo del mismo año). Español se mantiene como consejero. El vicepresidente de la compañía química y máximo responsable de la aseguradora Fiatc, Joan Castells, aceptó la presidencia hasta la próxima junta. Precisamente, un hecho relevante enviado a la CNMV a última hora de ayer explicó el cambio de presidente y desconvocó la junta prevista para el 30 de junio.
Caixa Geral realizó un golpe de efecto en la gestión de la compañía al asegurar la viabilidad financiera a corto plazo con la aportación de 25 millones de euros para mejorar el nivel de tesorería, que ya era conocido por todos los accionistas. En el informe depositado en la CNMV (mantiene la suspensión de la cotización desde el viernes) el 18 de mayo pasado, la empresa ya avisó de la reducción drástica del circulante por la imposibilidad de "incrementar el límite de factoring sin recurso hasta los 150 millones, debido a la crisis de crédito del momento".
El vicepresidente, Joan Castells, asume el máximo cargo del grupo químico
Con anterioridad, la empresa acordó efectuar una emisión de bonos de 150 millones, "siempre que sean garantizados por los socios, bancos e instituciones públicas". Esta emisión no se ha realizado y las plantas de plástico PET de El Prat de Llobregat (Barcelona) y San Roque (Cádiz) se encuentran paradas, a pesar de que La Seda fabrica las dos materias primas (glicol y PTA) que sirven para elaborar el plástico para embalaje que produce.
Nuevo consejero
La reunión también sirvió para nombrar a Carlos Moreira da Silva como representante de la sociedad Júpiter, que se sitúa en la órbita de Imatosgil, con una participación del 10% en La Seda. De esta forma, Júpiter aumentó hasta el 29,36% el capital a favor del relevo de Español, decantando aún más la balanza en contra de Español, Castells, Jacinto Soler Padró y José Luis Morlanes (apenas controlan el 0,5% del accionariado), los consejeros que han controlado la gestión de la empresa desde que Akzo la abandonó en 1991.
A partir de los relevos realizados al frente de la compañía, los nueve miembros del consejo siguieron debatiendo la elaboración de las cuentas, el principal punto de desencuentro entre los dos bandos de la empresa. Las últimas cuentas de 2008 arrojan unas pérdidas de 368 millones, un 96% más que los 188 millones presentados inicialmente. La deuda alcanza los 617 millones.