Un estudio propone una tasa turística para proteger la Antártida
Un estudio elaborado para la Fundación Abertis propone crear una tasa turística para evitar el deterioro de los ecosistemas antárticos. La investigación, coordinada por Martí Boada y Javier Benayas, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la de Madrid, respectivamente, defiende la necesidad de esa tasa, que podría establecerse en alrededor de diez dólares por turista, para financiar la puesta en marcha de medidas de protección específicas.
El informe analiza los principales impactos producidos por el turismo comercial en la Antártida, que provienen principalmente del coste ambiental de los desplazamientos en emisiones de CO2. El estudio indica que cada visitante genera aproximadamente 4,4 toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale energéticamente al consumo eléctrico medio anual de un hogar europeo con tres inquilinos. Asimismo, señala que el transporte marítimo es el causante del 56% de las emisiones, mientras que el transporte aéreo supone el 44% restante.
El informe describe al turista antártico como "procedente de sectores sociales con elevado poder adquisitivo y en general de edad avanzada. La mayoría de este colectivo no tiene una especial sensibilidad ni gran motivación por disfrutar del patrimonio natural del continente" sino sólo "el disfrute de pisar el único continente que no han pisado".
Otros impactos con menor incidencia, aunque de creciente relevancia según los coordinadores del estudio, son las alteraciones del comportamiento de la fauna y la flora y los suelos de la zona, las especies invasoras y el calentamiento global. A estos se suman otros riesgos como los accidentes marítimos.