Bancaja busca accionistas para cubrir la ampliación de capital del Valencia CF
El Valencia CF necesita 92,4 millones para salvarse. Bancaja, máximo acreedor de la entidad, busca a empresarios y financieros que cubran la ampliación de capital.
El Valencia CF aprobó ayer la ampliación de capital de 92,4 millones de euros, una inyección económica que necesita de forma imperativa para "evitar la disolución y liquidación de la entidad", dijo Javier Gómez, consejero delegado.
La ampliación abre una época de incertidumbre sobre el control accionarial. No se trata sólo de saber si Juan Soler, máximo accionista con el 37%, suscribirá o venderá antes sus títulos, como se rumorea. Lo que parece imposible es que la inyección se cubra totalmente por los actuales socios. La ecuación de 10 acciones nuevas por cada una antigua obliga a cualquier pequeño accionista a desembolsar al menos 480 euros, ya que el precio de cada título es de 48,08 euros. Muchos valencianistas tienen una o varias acciones, ya que es condición para poder lograr un abono anual. Pero de ahí a, en plena crisis, gastar cantidades como la mencionada por el amor a los colores, media un abismo.
Dado que si no se completan los 92,4 millones se considerará frustrada la operación y se devolverán los desembolsos realizados, Bancaja, máximo acreedor del club, se ha puesto en marcha. El Valencia tendrá a final de este ejercicio una deuda de 547 millones, de los 270 millones se le deben a la caja.
Tras el penoso paso de Vicente Soriano por la presidencia, Bancaja ha optado por tomar las riendas. Si bien oficialmente la caja niega cualquier participación en la gestión del club, lo cierto es que los 270 millones son una razón poderosa, ya que pueden desestabilizar a la entidad si el Valencia suspende pagos, lo que pasaría si no se completa la ampliación. Por eso, según distintas fuentes, Bancaja se está moviendo entre empresarios y financieros para cubrir la ampliación en segunda ronda.
La era de Soler ha dejado 300 millones de pérdidas en seis años, pérdidas operativas de 69,7 millones este año y la asfixiante deuda. Todo sin contar el coste del nuevo estadio, unos 300 millones.
El plan estratégico de Gómez alcanza hasta 2014, para cuando espera rebajar la deuda a 227 millones. Lo primero, restablecer el equilibrio patrimonial, fin real de la ampliación. Gómez confía en la ampliación y los nuevos socios den una nueva imagen al club de cara a los bancos. A las entidades financieras se recurrirá para lograr un préstamo de unos 200 millones a largo plazo para terminar el nuevo estadio, que debe estar acabado a mediados de 2011. El club confía en los ingresos que pueda generar el recinto. En 2014 se espera ingresar 138,7 millones, con un beneficio operativo de 5,1 millones positivos. El año anterior habría alcanzado el break even, con 1,8 millones positivos.
La venta de una parcela de terciario aneja al nuevo estadio, la del Mestalla, aplazada hasta 2011, y la de los campos de entrenamiento, completan el plan. En lo deportivo, todos los jugadores están en venta para "disminuir el gasto de la plantilla", que ahora asciende a 114 millones anuales, más de todo lo que ingresa.
Un hombre de Mercadona en el palco de Mestalla
Manuel Llorente es desde ayer por la tarde el nuevo presidente del Valencia CF. Llorente cambia así la cancha de baloncesto del Pamesa Valencia por el palco de Mestalla. Se trata de un regreso, ya que Llorente fue durante diez años el responsable del área económica del Valencia, de la que fue destituido por Juan Soler por discrepar de sus planes. "Será la ruina del Valencia", dijo en 2006 al despedirse. Llorente se fue entonces a gestionar el Pamesa Valencia, propiedad de su mentor Juan Roig.Roig ha dado el beneplácito a su marcha, ya que la fidelidad de Llorente al dueño de Mercadona, empresa en la que trabajaron juntos, es total. Roig fue accionista del Valencia pero vendió sus títulos a su hermano Paco. El dueño de Mercadona ha rechazado volver a entrar al club.