La derecha europea refuerza su poder
La participación cae de nuevo, hasta el 43,01%, y el voto de castigo se ceba en varios Gobiernos.
El Partido Popular Europeo venció ayer en las séptimas elecciones europeas, según los datos preliminares facilitados por el Parlamento Europeo. El PPE podría haber ganado por entre 263 y 273 escaños, frente a 165 escaños, como máximo, para el Partido Socialista Europeo. "Es un día triste para la socialdemocracia", concedió el líder de los socialistas europeos Martin Schulz.
Las opciones de izquierda no sólo no rentabilizaron el malestar por la actual crisis financiera, sino que en algunos países (como Reino Unido, Francia, Holanda o Hungría) incluso encajaron un serio revés.
En Alemania, donde populares y socialistas han gobernado en coalición durante los últimos cuatro años, los votos perdidos por la CDU-CSU de Angela Merkel no se trasvasaron al SPD sino a la oferta liberal del FDP.
La derecha, por tanto, ha vencido por tercera vez consecutiva en unas elecciones europeas. Y lo ha hecho, de nuevo, con una participación en caída libre, que en esta ocasión se ha situado en un mínimo histórico del 43,01%. En países fundadores de la UE, como Francia u Holanda, la abstención ha superado el 60%. Con todo, el Parlamento respiró aliviado porque temía una caída abismal de la afluencia de votantes hasta niveles por debajo del 30%.
El único consuelo para los principales grupos del Parlamento es que el 7-J, como explicó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, "no se ha producido el avance de posiciones euroescépticas que se temía".
Almunia valoró positivamente que la columna vertebral del Parlamento sigan siendo el grupo Popular y el Socialista. Y atribuyó la falta de avances de la socialdemocracia "a que no ha sabido presentar un proyecto común y coherente para salir de la crisis".
La Eurocámara, sin embargo, es susceptible de sufrir una mayor fragmentación. Por lo pronto, algunas delegaciones nacionales del PPE, como la británica, la polaca o la checa, ya han indicado su intención de formar un nuevo grupo. Y muchos de los votos perdidos por Socialistas y Populares han ido a reforzar alternativas como Verdes (53 escaños) o a grupos no adscritos (hasta 89).
Como vacuna contra esa previsible fragmentación, el Parlamento ha endurecido las condiciones para crear grupos políticos. Los aspirantes deberán reunir 25 escaños procedentes, al menos, de siete países diferentes.
Elección del presidente
Aún así, los grupos minoritarios intentarán previsiblemente romper durante esta legislatura el rodillo bipartidista de la anterior legislatura. La primera prueba de fuerza llegará el mes que viene cuando se elija al nuevo presidente del Parlamento europeo, un puesto que en la pasada legislatura se repartieron populares y socialistas.
La candidatura de Barroso sale reforzada
La primera decisión importante del nuevo Parlamento debería ser la votación a mediados de julio del candidato a presidente de la Comisión Europea. José Manuel Barroso, ocupante actual del cargo, aspira a repetir y la victoria de ayer de su partido, el PPE, parece avalar ese deseo. Su principal enemigo es el reforzado grupo de Los Verdes y las dudas de su correligionario Nicolas Sarkozy sobre su renovación.