Nubarrones sobre Aisa
El grupo inmobiliario Aisa comunicó la semana pasada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores haber alcanzado un acuerdo con el grupo de construcción Fergo para su integración. La operación tiene todo el sentido del mundo dada la situación de crisis económica y del sector inmobiliario español, y de Aisa en particular: la compañía resultante dependerá menos de la actividad inmobiliaria y tendrá como grupo consolidado su presencia en Bolsa (una operación, sobre el papel, similar a la que San José y Parquesol están llevando a cabo).
Sin embargo, los analistas del mercado aprecian ciertas reservas en el nuevo anuncio de la compañía presidida por Genís Marfà, así como en la viabilidad de la sociedad que resultaría de la unión de Aisa y Fergo:
Promesas. No es la primera vez que Aisa comunica al regulador del mercado una operación de estas características. Ya lo hizo durante el verano de 2007 cuando aseguró que trabajaba en la fusión con Astroc (hoy Afirma). Aquel anuncio generó una elevación de la cotización de Aisa en Bolsa, y nada más. También el pasado año la inmobiliaria aseguró que negociaba una fusión con la empresa Hemeretik -que ayer se declaró en concurso con 30 millones de pasivo-, otra operación que no se produjo. Y antes de comunicar el proceso de integración con Fergo, Aisa informó a la CNMV que aguardaba una inyección de 70 millones de euros de la británica First Mail Investment, algo de lo que nunca más se supo.
Resultados. Aisa ha registrado en 2008 uno de los resultados más discretos del sector inmobiliario español. Perdió 241,6 millones y negocia refinanciar deuda (una de las condiciones para que se efectúe la integración con Fergo es alcanzar un acuerdo satisfactorio con las entidades acreedoras). A 31 de diciembre de 2008 la deuda financiera total de Aisa ascendía a 454,9 millones de euros. La empresa ha admitido en la presentación de sus primeros resultados trimestrales de este año que prevé para 2009 una reducción de su negocio.
Transparencia. Aisa lleva más de un año con la cotización suspendida en Bolsa debido a que el auditor de sus anteriores ejercicios se negó a expresar una opinión sobre las cuentas. La compañía todavía no ha publicado la auditoría de 2008.
Valoración. El 9 de agosto de 2007 Aisa entregó a la CNMV una presentación sobre la compañía en la que daba cuenta al regulador del mercado del valor de sus activos. Entre ellos el de un terreno en Zaragoza, a nombre de su participada Interlaken 2003, de 8,9 millones de metros cuadrados. De esa superficie, según valoración de CB Richard Ellis, 1,8 millones de metros cuadrados eran descritos en dicha presentación como "superficie construible" y calificados como "residencial". La consultora valoraba esos metros cuadrados de suelo en 620 millones. Ahora Aisa no califica ese mismo terreno como urbanizable y el pasado abril valoró todos sus activos en 527 millones, una cifra inferior a la valoración que supuestamente tenía únicamente esos terrenos de Zaragoza.
Accionistas. El grupo Mestre, con menos del 5% de Aisa, ha presentado una denuncia contra Genís Marfà por fraude. Además de advertir sobre la valoración de los terrenos de Zaragoza, el grupo Mestre denuncia al presidente de Aisa por apropiación indebida en -de acuerdo a su demanda- la extracción de más de 12 millones de la caja de la inmobiliaria para la compra de unos terrenos que finalmente no se realizó en un polígono industrial de San Guim de Freixenet. Otro de los principales accionistas de Aisa, el grupo Nozar, de la familia Nozaleda, trata estos días de evitar su entrada en concurso.
Transacciones. Aisa llevó a cabo transacciones con accionistas significativos del grupo en 2008, cuando la compañía estaba viviendo la peor crisis de su historia. Por una parte, Aisa prestó a su presidente 9,5 millones de euros; además, contrató servicios con uno de sus accionistas, Promo Barna 2000, por 76 millones; y, por último, canceló una compra a Nozar, también accionista de Aisa, de un inmueble en Barcelona generando una pérdida por la inmobiliaria de 6,8 millones.
Aisa someterá a su junta general de accionistas, que se celebra a finales de mes, la integración con Fergo. Carlos Fernández, presidente de la empresa de construcción, sería el presidente de la compañía resultante.