En el Congreso todos quieren al gallego
La llegada de José Blanco, natural de Lugo, al Ministerio de Fomento está sorprendiendo a propios y extraños. Dentro y fuera de las filas socialistas en el Congreso de los Diputados, políticos y empresarios ya no disimulan su asombro por las buenas vibraciones que les producen los gestos que ha tenido el ministro nada más aterrizar en el departamento inversor por excelencia.
Primero fue su reconciliación con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, después la firma de proyectos como la llegada del AVE a Navarra que su antecesora Magdalena Álvarez se había resistido a respaldar. ¿Qué será lo siguiente? Las apuestas se inclinan por la suscripción de un acuerdo en materia aeroportuaria que satisfaga las exigencias de los nacionalistas catalanes. De ser así, las sesiones de la Comisión de Fomento ya no serán lo que eran.